Sinopsis
En los fecundos años 30, la Segunda República brindó a las mujeres un abanico de nuevas posibilidades que las visibilizaron en la esfera pública. La periodista y escritora María Luz Morales fue protagonista de esas transformaciones en la Barcelona de Mercè Rodoreda, Aurora Bertrana e Irene Polo. No sólo fue vicepresidenta del Lyceum Club barcelonés, sino asimismo directora de la Residencia Internacional de Señoritas Estudiantes. Y en plena Guerra Civil, le tocó dirigir durante unos meses difíciles un diario de la relevancia de La Vanguardia. En ese oasis para el talento femenino, brilló con luz propia desde la discreción y el buen hacer. Ya octogenaria y bajo el título de Alguien a quien conocí, publicó sus recuerdos de aquel tiempo excepcional para la cultura y la libertad.
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