ESPERPENTO por Lorizar

Portada de LA MEJOR TARDE DE GOYO LETRINAS

Conozco a Joaquín Carbonell como cantautor desde hace muchos años. Sus canciones son en muchos casos historias duras, reivindicativas, con una prosa exquisita. Escritas en la posdictadura, en la época dorada de la canción de autor. Discípulo de José Antonio Labordeta, quien fue su profesor y amigo, pertenece a esa ingente generación de cantautores españoles. Como escritor he leído muchos de sus artículos en El Periódico de Aragón, pero el libro que escribió Querido Labordeta me pareció magnífico. Probablemente porque autor y protagonista eran dos personas a las que siempre he admirado. Todo lo anterior es más que suficiente para seguir leyendo el resto de la obra literaria, por otro lado no muy extensa, de Joaquín Carbonell.

La mejor tarde de Goyo Letrinas fue un libro que compré de relleno. Lo adquirí en una de esas tiendas de segunda mano que cuantos más libros compras más barato te sale la unidad. Pues bien, la compra resultó magnífica. Es un libro pequeño, de unas 150 páginas que se puede leer en un par de tardes. Se lee tan rápido no solo por su tamaño sino porque además te engancha de tal manera que cuesta soltarlo de las manos.

Tengo que decir que no recuerdo ningún libro que me haya hecho reir tanto como este. La gracia e ironía de Carbonell está plasmada en unos personajes excéntricos, de los bajos fondos, unos letrados y otros casi analfabetos. Una amalgama real como la vida misma. A pesar de ser Goyo el personaje principal y sobre el que pivota la novela, no es éste mi preferido. Hay un tal Don Rogelio que es una auténtica maravilla. Es imposible no llegar a quererlo. Persona de gran cultura y lector empedernido, un crápula y un auténtico vago de hecho y por convicción. Como él mismo dice “yo no he trabajado en toda mi vida”. Y para ponerle la guinda al pastel, Carbonell mete a todos sus singulares personajes en una historia rocambolesca, esperpéntica, más propia de Valle Inclán. Y todo ello aderezado con todo tipo de amores, los que resultan de pago y los que salen del corazón.

En muchos momentos me ha recordado una de mis novelas preferidas, Luces de Bohemia. Don Rogelio podría ser familiar cercano de Max Estrella, ambos ilustrados, con poco o nulo apego al dinero, amantes de los vicios mundanos, andantes de los bajos fondos y otras muchas "virtudes" que ambos tienen en común.

Escrita hace 6 años · 5 puntos con 2 votos · @Lorizar le ha puesto un 8 ·

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