TIBIA LIBERTAD por lucero

Portada de LIBERTAD

Me enfrento a la resbalosa tarea de decir porqué no me gustó. Y me cuesta.
Libertad es una novela muy larga, más de 500 páginas, que cuenta la historia de tres generaciones de norteamericanos, los Berglund. Medio judíos, medio suecos y muy metidos en los conflictos existenciales del s.XX. No diré nada más en cuanto a su argumento, porque es extenso y el que quiera, que se pele como yo.
Franzen tiene un estilo dinámico, sin grandes descripciones y se mete de lleno en conflictos ecológicos, como la conservación de las aves autóctonas y la depredación que los humanos infligen al medio ambiente.
También denuncia, claramente, macabros negociados con el armamento de la guerra de Irak, la minería a cielo abierto y la reubicación espacial de familias afectadas, asi como la asignación de puestos de trabajo. La superpoblación mundial y el control de la natalidad . Un diez en compromiso social y político. Hizo los deberes.
Pero literariamente tiene una herencia que defender. Y no lo hace. ¿Por qué?
Franzen sobrevuela con liviandad las situaciones trágicas de la novela : violación, muerte, humillaciones familiares y abandonos. Las heridas infligidas son light…bajas en calorías…no las aprovecha para darle carácter al relato.
El marco en el que un reclamo conservacionista se describe, es deslucido y carente de belleza. La pasión que Walter Berglund posee hacia las aves es intelectual y algo patológica. No convence. Es un apasionado por su trabajo, y no un ecologista que lucha por la conservación. Es un feminista que no perdona a su mujer. Un padre que no acepta a su hijo hasta que éste no le reconoce el lugar de poder y gana mucho dinero, deshonestamente.
Está claro que la trama de la novela daba para muchos cólicos (alabados Steinbeck, Faulkner, O¨Connor, Welty & cia) pero solo da visión borrosa…
Tanto a los personajes, como a las situaciones, como el 11S, les falta dramatismo, imprimir al resto de la novela de su impronta: pasó ESTO y nada volverá a ser igual. Una multitud de personajes que están enojados, deambulan por la novela como adolescentes perdidos.
El personaje más claro y mejor delineado es Lalitha : nítido y fresco, bien perfilado y decisivo.
Y para peor…termina como una novela rosa. Convencional. Sin fuerza. Y eso es imperdonable en la literatura norteamericana.
Y me voy corriendo a buscar confesor, para hacer penitencia por haberle puesto un 7 a Santuario (hay algún sacerdote inquisidor en SdL?)!
Creo que en los comentarios y en sucesivas conversaciones irá saliendo algún motivo más. No me dan ganas de leer Las correcciones…

Escrita hace 12 años · 4.2 puntos con 5 votos · @lucero le ha puesto un 5 ·

Comentarios

@Poverello hace 12 años

A ver lucero, lo primero es felicitarte encarecidamente por haber entrado en el selecto grupo de soperos que se lanzan a la reseña de obras que le han parecido horribles. Ell@s te lo agradecerán: sedacala, arspr, Mayte... para que esté dividido el ataque y sea más fácil de repeler.
Segundo, ¿por qué metes aquí a 'Santuario'? Es verdad que te mereces un capón por ese 7, pero no des aún más motivos para darte patadas, que ya saldrán los defensores de Franzen para llamar también a los de Faulkner.
Tres, y sólo por lo que dices en tu reseña, pues no he leído a este buen señor aún. Los personajes que dibujas parecen ser incoherentes, absurdos y hasta trágicos por su falta de ideales o cambio de escala según conveniencia, pero si es que en general el ser humano es un caos, ¿no? En estas recuerdo a Groucho: "estos son mis propios principios, si no le gustan, tengo otros".
Cuarto. Tenía en mis listas 'Las correcciones'. Estuve a punto de sacarla hoy mismo de la Biblioteca. ¿Te agradezco borrar algo de mis Wishlist, ja ja? Pediré ayuda al resto.

@lucero hace 12 años

Le voy a dar una oportunidad a Las correcciones. Franzen escribe bien, es atractivo, pero es como un best seller largo...y yo esperaba otra cosa. Viene precedido de muchos pliegos, casi se alza con el Principe de Asturias..en fin creo que tiene que ver con mis expectativas. A propósito hace mucho que no veo a sedacala por aquí. Ojalá vuelva, aunque más no sea para que me ayude a repeler a los AmoraFranzen...je

@Faulkneriano hace 12 años

Retraso todo comentario hasta que lea el libro, que me regalaron en Navidades. De este verano no pasa. Las correcciones me gustó mucho. Yo también le puse un siete a Santuario. ¿Y?

@Poverello hace 12 años

Me has asustado Faulkneriano con ese ¿Y?. No digo nada, que yo le puse un ocho y ya me estoy arrepintiendo.

Seguiremos con Franzen pues.

@lucero hace 12 años

Que se merecía más. Me dejó KO y me quedé corta. Espero sus lecturas.

@Faulkneriano hace 12 años

Quería decir que no veía relación, como decía Poverello, entre Franzen y Santuario.

@lucero hace 12 años

No la hay, en absoluto. Sólo fue una relación personal que hice. Esperaba mucho más de Libertad, y viene aclamada como "la gran novela norteamericana"..uff.

@salakov hace 12 años

Pues a puntito estoy de acabar "Las correcciones" -y me ha gustado mucho, su construcción de personajes es sublime- y tengo pensado emprenderla este mismo año con "Libertad", tanto me ha flipado la prosa ácida, directa y corrosiva de Franzen.
Para gustos los colores, supongo...

@Faulkneriano hace 11 años

Vamos con Libertad... Ya os contaré, Lucero y compañía.

@Faulkneriano hace 11 años

Pues ya la he terminado. Mi trabajo me ha costado, por cierto. Estoy hecho un lío: me gusta mucho cómo escribe Franzen, sobre todo por su minucioso diseño de personajes (en eso no estoy de acuerdo contigo, Lucero: Walter es mi personaje, un niño pobre obsesionado por ser feliz en una casita junto al lago sin Nombre, y no Lalhita, más previsible) pero no me gusta lo que cuenta. O, mejor dicho, no me interesa gran cosa. Las historias familiares son la gran especialidad de los novelistas norteamericanos, desde Qué fue de los Mulvaney de Joyce Carol Oates a las novelas de Richard Ford, por poner dos ejemplos conocidos, pero ésta se adentro por unos terrenos un tanto extraños, del baloncesto universitario femenino a la conservación de aves, que no atraen en absoluto mi interés.

El recurso del libro dentro del libro (Se cometieron errores, escrito por una Patty dubitativa y depresiva) funciona bien, pero no del todo: Patty se parece demasiado al narrador (y no me vale el truco de que quiera escribir en tercera persona para mostrarse más desapasionada) En su haber, algún cierre de capítulo, verdaderamente bueno (uno que tiene que ver con una muerte, no digo de quien) Poca cosa para el autor de Las correcciones, una de las mejores novelas estadounidenses que he leído en los ultimos años. Franzen me gusta, pero esta novela no tanto. Tenías razón, Lucero.

@lucero hace 11 años

Abre un abanico de temas supuestamente candentes. Como si las hubiese incluído para responder a un lector "comprometido". Pero no me interesan, al igual que a vos. Y pasan las páginas y uno se aburre cada vez más. En fin, voy a leer "Las correciones" ya que tiene tan buena crítica de críticos buenos...je.
Será que Walter no me gusta, pero coincido que es un personaje cerrado, trabajado por el autor, el más logrado.
Saludos Faulk

@aluco hace 11 años

No estoy en absoluto de acuerdo con la valoración general que hace Lucero del libro. Podría acoger la idea de Lucero en lo relativo a la dificultad en la lectura debido al gran tamaño de la novela, pero contar la vida y pensamientos encontrados de una pareja (no cuenta la historia de tres generaciones, sino únicamente la de Walter y Patty) durante su trayectoria vital y todo lo que les rodea (familia, hijos, amantes, etc.) no puede ser condensado en doscientas páginas.

No veo la liviandad en el tratamiento de los grandes temas, sino que observo una maravillosa correspondencia en cómo los manejan los personajes y cómo lo hacemos nosotros en la realidad. Únicamente nos afectan en profundidad aquellos asuntos que nos golpean físicamente, los demás (por muy importantes y globales que sean) nos podrán preocupar más o menos, pero en un relativamente corto espacio de tiempo pasarán a ocupar un lugar secundario de prioridad en nuestras vidas.

Creo que Franzen transmite como pocos las angustias e incoherencias que condicionan la existencia humana; el continuo enfrentamiento del yo interior con el que se enfrenta a la vida pública; el encontronazo de diferentes personalidades, pero al mismo tiempo el acercamiento a la hora de racionalizar los problemas.

En mi opinión, es una gran novela y creo que en una futura segunda lectura le sacaré más jugo si cabe.

Si me permitís un consejo, aguantad estoicamente las primeras cien páginas del libro y no os arrepentiréis.

Un saludo

@Faulkneriano hace 11 años

Bienvenido, aluco. No seré yo quien le quite mérito a Franzen, del que pueden esperarse muchas grandes novelas, pero ésta (insisto: quizá por el tema, no por la forma y la escritura) me parece una novela menor, después de una cumbre como Las correcciones; y esa constatación, tras leer novela tan extensa, puede ser un poco frustrante.

@lucero hace 11 años

Importante es que una novela tan bien conceptuada, de un escritor excelente como Franzen, suscite en SdL otra opinión acerca de sus méritos. Esta charla matizada me motiva a leer Las correcciones.Bienvenido aluco!

@Tylercito hace 10 años

Como curiosidad: todo el rollo de las aves se debe, por si no lo sabíais, a que Franzen es un ornitólogo aficionado... tanto que fue capaz de marcharse a ver pájaros él solito a una isla volcánica del Pacífico Sur a tropecientos kilómetros de la franja costera central de Chile llamada Alejando Selkirk (también conocida como Masafuera). Y ya de paso, aprovechó para tirar allí las cenizas de su amigo David Foster Wallace por allí. Y ya de pasó, aprovechó para escribir toda su experiencia en un relato, titulado Más afuera.

Todo eso está muy bien, pero no sé; ojalá le hubiera ido más el sadomaso o el cine francés de la Nouvelle vague o que sé yo, cualquier cosa mejor que los pájaros, para así rellenar su novela con alguna pasión personal más "interesante"...

Y ya que hablamos de Wallace. Dicen las malas lenguas que el personaje del rockero está basado en su amigo DFW. Yo no pienso que se parezcan demasiado, pero sí es cierto que comparten dos detalles: haber vivido en una habitación pintada de negro, y una obsesión por “meter el pene en la vagina del mayor número de mujeres posible" (esta frase es una frase de Wallace, si hacemos caso a la biografía de D. T. Max, y Richard Katz la repite literalmente en la novela).

No voy a comparar a los amigos... Franzen saldría muy mal parado. Pero tengo que decir que Libertad me ha gustado bastante (no tanto como Las correcciones, eso también es verdad). La última oración de la novela, de hecho, me hizo soltar una lágrima totalmente inesperada. Y hace mucho tiempo que un texto no conseguía eso.

@lucero hace 10 años

Curiosos datos del autor, Tylercito!!!Tampoco sabía que era amigo de DFW ni de que hubiese hecho cargo de sus cenizas...Voy a buscar ese relato al que hacés alusión.
Todavía no me he puesto con Las correcciones y menos con La broma infinita, que me da pavura.
Gracias por incluirte en las opiniones. Saludos

@Tylercito hace 10 años

Tenían una "amistad competitiva" bastante interesante... Franzen fue el que animó a DFW a que se cartease con Don DeLillo. DFW, por su parte, también coincidió con William T. Vollmann alguna vez. Respecto a la muerte de su amigo, Franzen se sintió bastante traicionado... hay un montón de historias por ahí de los dos, que recopiló muy bien D. T. Max en la biografía sobre David Foster Wallace, titulada Todas las historias de amor son historias de fantasmas. Imprescindible para entender aún mejor su obra, aunque yo la recomendaría "a posteriori". La primera vez que leí a DFW (del que creo haberlo leído todo), fue al Wallace de La broma infinita, y sin saber dónde me metía. No me arrepiento para nada de la aventura, ni de haber empezado por el tejado.

@Tharl hace 7 años

Tuve que abandonar el libro por avatares profesionales, pero me estaba gustando tanto -hacía tiempo que no lograba interesarme así por una novela- y me ha parecido tan prometedora que quisiera compartir algunas impresiones. Sólo pude leerme los dos primeros capítulos, unas 150 pp.
Me gusta mucho su atención a la cultura pop y los problemas contemporáneos (cuestiones de imágenes, género, sexo, violaciones, extrema derecha, etc.), y su combinación de autoconciencia y capacidad de análisis con la liviandad y sentido del humor. También logra sin irónico y al mismo tiempo tierno, y esto es un milagro en tiempos tan cínicos como los nuestros. En este sentido, mi interés por los temas es opuesto al de Faulkneriano. Me encantó la parte del baloncesto, por ejemplo, y cómo asocia Franzen la “caída” de Patty a la toma de conciencia y cómo lo relaciona con la posibilidad de actuar en general y el baloncesto en particular. Lo maravilloso de tipos como Franzen es su capacidad de estar al mismo tiempo en las esferas críticas más potentes y en los espacios más populares. No es ni un capullo pedante ni un descerebrado que celebra el mercado.
Me gusta cómo trata los dramas, sugiriendo, explorando, pero sin regodearse en ellos. Y, sobre todo, sin caer en los lugares comunes de la literatura social. En realidad, tuve la sensación de que Franzen antes que compromiso social está deconstruyendo con muy mala baba el estilo de vida progre en que le educaron sus padres y que surgió de los niñatos de los 60. Me dio la sensación de que si hubiera seguido leyendo la novela ahora entendería mejor cómo Trump ha llegado a la Casa Blanca. En ese sentido me parecía muy prometedor todo lo que no le gustó a Lucero.
La novela está muy bien construida. Y el primer capítulo es ejemplar. Me gusta que sea un libro fácil de leer y difícil de comprender. Es un intento magnífico de actualizar la narración (aparentemente) clásica de cara a nuestro tiempo. Es como el reverso de DFW, y muy interesante. Si me pesa algo es sólo cierta sensación de escuadra y cartabón, de estar viendo sus trucos.
Se me ha torcido algo dentro al leer la comparación entre DFW y el rockero. ¿Imagino que Walter sería Franzen?