CRÍMENES DEL FUTURO por _567_

Portada de HAMBRE

Esta es una de esas obras en las que aparentemente no ocurre nada, donde no encontramos un argumento definido entre sus líneas sino una incógnita por resolver; si exceptuamos todo aquello que le sucede a nuestro único protagonista y como consecuencia de ello el descubrimiento de todo ese complejo microcosmos que gravita a su alrededor en ambientes que Hamsun intercala en la narración con suma maestría, tanto cuando nos movemos entre espacios cerrados, viciados y sumamente claustrofóbicos (habitaciones de alquiler), como cuando salimos al exterior a buscarnos la vida, básicamente porque tenemos hambre de existencia.

Como lectores que traspasamos el umbral de la dolorosa experiencia que supone ponernos en la piel del protagonista, nunca se cita su nombre así que vamos a llamarlo ‘Ninguno’ en todo caso cada cual puede bautizar al individuo con su propio nombre si ese es su deseo, yo no lo haré para no sentir el peso de la vergüenza ajena sobre mis espaldas; firmamos voluntariamente el ingreso en la novela y aceptamos todas aquellas vicisitudes que puedan acontecer en el trascurso de esta odisea del espacio temporal. Conocemos, eso sí, como una de las escasas concesiones del autor al público lector, el lugar en que transcurre (la ciudad de Cristianía, a la que conocemos mejor por su actual nombre: Oslo; y a la que reconocemos por las nomenclaturas de calles, plazas, etc, que aparecen en la novela…), y también el momento histórico en que transcurre: 1890. Llamando desesperadamente a las puertas de la percepción del Siglo XX.

Nuestro protagonista es escritor, o así se nos presenta en una sociedad sumamente individual, la que se desarrolla en su mente, escribe artículos que no le ha pedido nadie e intenta colocarlos en los periódicos de la época, es tan jodídamente bueno que a veces cuela alguno de ellos con lo que consigue unas pocas coronas (de espinas) que le sirven para mantenerse en pie… y continuar escribiendo. El problema es que Ninguno cada día está más débil porque las punzadas del hambre le han agujereado los bolsillos de sus raídos pantalones. Y si no come no puede escribir, y si no puede escribir su vida carece de sentido. Aún así, toma voluntariamente un sendero sin fin que le conduce a vagar sin descanso por las calles de la ciudad en busca de ese indefinido deseo de grandeza que bulle en su interior. Incluso coquetea con una señorita, pero apenas le quedan fuerzas que malgastar ni siquiera para levantarle las faldas a la musa que podría haberle servido como inspiración. Ninguno duerme en los fríos bosques que rodean esa ciudad nórdica abrazado a una esperanza que se le escapa entre las costuras de los sueños. Ninguno pierde la razón pero conserva una dignidad de valor incalculable (hermoso ese pasaje en que regala una pequeña herencia a un pordiosero necesitado, ya que su ambición es más espiritual que material). Ninguno se desespera cuando aparece la paranoia de la locura para jugar una partida de supervivencia con él. Ninguno quiere ser reconocido como un creador superior y codearse con la naturaleza del arte… Ninguno es un ser frustrado.

Dividida en cuatro partes que tan solo suponen un breve descanso donde aposentar el punto de libro para que se alimente de las migajas que Hamsun te deja en su afán de grandilocuencia, ya que apenas cambia el sentido ni la dirección de la trama sino para que el autor nos deje bien claro que este asombroso debut tiene marchamos de clásico de la literatura por la voracidad con que sus letras te van mordiendo el alma, esta novela (que supuso el debut del autor) merecería mucha mayor difusión de la que ha tenido de no haber sido por la turbulenta vida privada de su autor: sorpréndase ustedes mismos del estudio de la biografía de un autor que ya de viejo se convirtió al fascismo durante la segunda guerra mundial, de hecho le entregó la medalla que obtuvo por el Premio Nobel de 1920 a Joseph Goebbels en una reunión de amiguetes a la que no faltó el propio Hitler. Sin comentarios.

En defensa de la cultura; el hambre, la voracidad de conocimiento que tenemos como lectores, nos lleva a veces a comer… “cualquier cosa”. Este es un manjar especial, no nos vamos a engañar, a pesar de los condimentos de los que se adereza. No apto para estómagos sensibles, muy recomendable para mentes sin prejuicios.-

Escrita hace 12 años · 4.7 puntos con 9 votos · @_567_ no lo ha votado ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 12 años

Buena reseña, Krust. Siempre he querido leer esta novela (¿será por su título o por ser de un autor escandinavo del que no tengo ni idea?) que era muy popular cuando yo era chiquillo, hace ya unas décadas. A ver si encuentro una edición curiosa.

Lo de crímenes del futuro ¿es por la peli de Cronenberg o me paso de listo?

@_567_ hace 12 años

Hola Faulk,
Es una novela realmente buena, tan solo alguna leve pincelada en la cuarta parte y última parte, además de un final abierto que como lector acongojado por lo acontecido hasta el momento no esperaba, me han impedido darle una nota más alta pero eso no quita que contenga pasajes realmente sobresalientes. A ver que te parece...
Debo decir que la edición que he leído yo (la que había disponible en la biblioteca) es en catalán (Editorial Empúries Narrativa), tiene 174 páginas (a pesar de que pueda parecer una lectura densa por la práctica ausencia de diálogos o por alguno de mis comentarios, créeme que no lo es en absoluto, aunque si que es cierto que necesita un esfuerzo suplementario para ponerse en la piel de ese protagonista que lo absorbe todo, a nosotros como lectores también...). Hacer hincapié en que esta edición en catalán (también las ediciones recientes en inglés, según he averiguado) incluye un prólogo de Paul Auster sencillamente descomunal que se titula "El arte del hambre". No consigo entender porqué las ediciones en castellano, creo pero no estoy seguro, no incluyen dicho prólogo...
Por curiosidad, si la pillas, pásate por aquí para sacarme de esa duda, comentando la edición que has conseguido y tal...
Parece ser que "Hambre" es la novela más conocida de Hamsun, pero he leído bastantes opiniones que aseguran que su obra cumbre es "La bendición de la tierra", el otro día me la puse en la whistilisti a ver si la encuentro yo también...
Ah! "Crimenes del futuro" es el título de un trabajo frustrado, un ensayo concretamente, que 'Ninguno' lleva arrugado en un rollo de papeles sueltos en un bolsillo interior de su chaqueta, de hecho esas páginas son sus únicas pertenencias!!!
Venga, que la disfrutes. Saludos.-

@Poverello hace 9 años

Bueno, Krust, leído y disfrutado, empleando un término no del todo ajustado a derecho, porque si hay algo que desde luego destaca de la obra de Hamsun es que el tipo es un ser frustrado, como bien dices, por la situación de necesidad y abnegación que le ha tocado vivir sin un ápice de elección personal. ¡Qué bien describe el autor el proceso de desesperación y lío mental del protagonista, que pasa en un momento, igual que un ser ciclotímico, de la dicha al llanto y parece incapaz de controlar sus impulsos y fiarse de nadie.
Me cuesta más ver ese punto de esperanza radical, sino más bien asociarlo a la intrínseca necesidad del ser humano por sobrevivir al caos, sea de manera perversa o generosa, y todos los intentos hace el sin nombre.

Destaco especialmente, por encima del contenido, el continente. Una obra que parece imposible que haya sido escrita en 1890. Pensaba que era algo posterior, y cuando lo vi tras haber comenzado su lectura me pareció sorprendente por el estilo, que en buena medida utiliza el fluir del pensamiento, mezclando ideas, conversaciones, comentarios... y de manera radical, pues nunca lo había leído de un autor de esta fecha, el curioso uso del presente en medio de párrafos y escenas en pasado simple. Según mi humilde opinión en una claro símbolo de que determinadas situaciones son presente continuo en su vida y las vive como si acabaran de producirse.

Por momentos, en mal rollo y pragmatismo me recordó a Coetzee, o más bien al revés, el sudafricano es muy posterior.

@_567_ hace 9 años

Sí, a mí también me llamaron la atención esos cambios tan radicales en el estado de ánimo del protagonista (he buscado el significado de ‘ciclotímico’ porque no tenía muy claro su significado… ¡y es exactamente eso!); yo creo que toda esa personalidad tan voluble del Sinnombre se debe a la cuasi-extrema soledad con que se ve obligado a dirimir sus asuntos con el durísimo mundo en el que habita y las gentes que le rodean. Salvando las distancias, estilísticas que no argumentales porque la historia es muy parecida, hace poco topé con un personaje de rasgos similares a este en su complejidad ciclotímica y es el Gordon Comstock de “Que no muera la aspidistra” – George Orwell.

Me alegro que la hayas disfrutado, Poverello, ha llovido bastante desde esta reseña y ya casi que no la recordaba pero si decides seguir con el noruego te recomiendo que no te pierdas “Pan” (una maravillosa novela corta) y “La bendición de la tierra” (Masterpiece! mi preferida de las suyas hasta la fecha…), que releyendo los comentarios de arriba hice bien en no dejar pasar en su momento para completar el mini-ciclo Hamsun que entonces me impuse…

@Guille hace 7 años

Faulkneriano, lee la novela: no tengo ninguna duda de que la disfrutarás mucho. Consejo que, por supuesto, hago extensivo a todo el mundo.

Poverello, hay algo que me ha llamado la atención de tu comentario. Me refiero a cuando describes al personaje como “un ser frustrado por la situación de necesidad y abnegación que le ha tocado vivir sin un ápice de elección personal.”

A mí me parece que la situación de necesidad en la que se encuentra es consecuencia de la forma de ser del protagonista y no al revés. Es cierto que el tema de la novela es en buena medida el escasísimo control que tenemos sobre nuestra psique y el extraño funcionamiento que, a poco que nos analicemos, observamos en nosotros mismos en no pocas ocasiones, pero sería llegar muy lejos quitarnos todo el peso de la responsabilidad sobre lo que hacemos y nos pasa... o quizás no, no sé. Difícil tema ese del libre albedrío.

@Faulkneriano hace 7 años

Leí Pan. Los escritores nórdicos son gente aparte, tan salvajes y asilvestrados como inteligentes (una mezcla decididamente envidiable): Strindberg, Selma Lagerlof (una escritora de cuidado), Ibsen y compañía. No recuerdo muy bien a Hamsum, salvo su reconfortante rechazo de las convenciones, algo usual a sus compatriotas: la historia de Pan me recordó, no sé por qué, a Elvira Madigan, una película hermosa... muy nórdica.

No me desviéis de mi plan de lectura, que me pierdo. Soy hombre de costumbres. Me lo anoto, Guille (y Krust, of course)

@Poverello hace 7 años

La leí hace como dos años, creo, Guille, y no puedo recordar detalles, pero sí que me parecía claro que la mayor parte de las situaciones que vive el protagonista se debían a factores sociales y/o económicos. Tenía en mente a familias del barrio en exclusión en el que colaboro, y pensaba cómo las oportunidades de las personas no son ni mucho menos las mismas, que la democracia es una falacia muy bien vendida, como tantas otras, por un estado capitalista que mantiene al margen a personas con escasos o nulos recursos.

El ser humano es animal de costumbres. Y cuanto mayores nos hacemos, más. Ji.

@Guille hace 7 años

Después de dos años y a poco que seas como yo, no me extraña nada Poverello.

Yo saqué otra impresión del libro aunque comparto tu impresión de esta democracia.

@_567_ hace 7 años

A mí esta también me parece una novela muy recomendable, Guille, aunque quizá no para todo tipo de lectores; de hecho las 3 que he leído de Hamsun, suerte la mía, me parecen novelas sobresalientes, por ejemplo, ya que habláis de ‘Pan’: inolvidable aquel teniente Glahn, es la que yo recomendaría a quién quiera iniciarse en el autor por aquello de que es muy cortita y a la vez condensa todo el universo de su escritura: personajes muy bien trabajados, prosa inverosímil por su modernidad teniendo en cuenta que fueron escritas en las postrimerías del siglo XIX, etc… “La bendición de la tierra” ya me parece, pues eso, toda una bendición literaria.

(Afortunadamente me quedan algunas de Hamsun por leer, a ver si me pongo a ello el próximo invierno… esto es personal, claro, ya que también observo puntuaciones de 4 o 5 en esta ‘Hambre’ o en ‘Pan’, en fin, como casi con todo, a gusto del consumidor-lector…)