COMIENZO NORMAL por Lunatica
Las profecías de Alcanía es la nueva serie totalmente editada y escrita en Colombia; luego de pasar por el estante donde se encontraba exhibida decidí comprar un ejemplar para darle una oportunidad a los autores de mi patria.
La sinopsis no muestra mucho de qué va la historia, más que nada porque pasan sus buenas 250 páginas antes de saber quienes serán los cuatro jóvenes de la profecía. No me mal entiendan, fueron unas buenas páginas pero conforme leía me empezaba a preguntar si la contra-portada no fue escrita al azar o algo por el estilo. Disfruté conociendo la historia detrás de la profecía, aunque sigo con algunas dudas normales de las sagas, y hasta llegué a desear que algunos momentos se expandieran un poco más.
Esencialmente son cinco razas que fueron unificadas tiempo atrás y ahora son regidas por los Emperadores, que fueron una mezcla del heredero de los hechiceros superiores y la heredera de Los Bosques de Cipres . En cuanto al Imperio está dividido en cinco reinos: Los bosques de Cipres, Reino de Cristal, Reino Alco, Reino de Graham y las Tierras del Destino; entre estos cinco reinos se reparten las cinco razas y todas son controladas por el emperador que se encuentra radicado en las Tierras del Destino. Todo el rompecabezas se explica de la mejor manera a lo largo de las 250 páginas y para no olvidarlo se nos ha provisto de un mapa genealógico y geográfico del mundo creado por Estrada.
El tema principal de la saga es el odio, odio que se transmite de generación en generación desde la época antes del imperio. La razón detrás de él se explica en las primeras páginas, es un odio irracional nacido de la imposibilidad de cumplir un anhelo, un anhelo que significa la muerte y tristeza de muchos.
Durante ciertas escenas se da una ligera ambigüedad de tratos y acuerdos, se explican ligeramente pero no hay una escena que concrete dichos actos, así que se pone en duda la estructura de la novela, pero hay consta de que es una saga y estas escenas se pueden/deberían explicar en las siguientes entregas.
A medida que avanzaba en su lectura mencioné que tenía cierto problemita con los nombres de los personajes, es un abanico tan grande y algunos nombres son tan homónimos que me vi forzada a leer seguidamente el árbol genealógico; claro que dicho recurso ayuda cuando intentas recordar la historia a través de los personajes.
La pluma de estrada es ligera y ágil, la novela se lee fácil y se pasan unas buenas horas de lectura, cuenta con la facilidad de descripción de tal modo que puedes imaginarte los escenarios sin mucho esfuerzo. El problema que vi, al iniciar la novela, es el uso del tiempo, en ciertas ocasiones el autor no hace uso de las etiquetas de 10 años después, un tiempo después, etc: la más visible es el cambio de un capítulo a otro en el cuál pasaron más de 10 años. Esto me causo varios dolores de cabeza porque me perdía y en algunos momentos no entendía que estaba sucediendo, la falta de los “letreritos” me desconectaba de la historia.
Centrándonos en los “colombianismos”, no encontré muchos, lo que es una buena señal, y los pocos que encontré fueron de fácil entendimiento. Algunos diálogos se me hicieron absurdos, a la hora de imaginar a los personajes en dicha conversación me parecía que debieron haber reaccionado de otra manera, dicho algo completamente diferente.
Me encantaron los dibujos para ilustrar las escenas importantes que están esparcidos a lo largo del libro, resaltan las ilustraciones de las batallas. Son en blanco y negro, a tinta si no me falla la visión.
En resumen, la novela promete y espero que mejore con el paso del tiempo. Le doy un seis por la dificultad en orientarme en la línea del tiempo y los diálogos difíciles de imaginar. Soy colombiana y estoy orgullosa de tener en mi estantería el libro, así que espero Estrada logré convencerme de que el libro merece una revalorización con la segunda entrega.
Escrita hace 12 años · 3.7 puntos con 3 votos · @Lunatica le ha puesto un 6 ·
Comentarios
@Faulkneriano hace 12 años
La fantasía amenazaba con convertirse en una plaga bíblica de proporciones mundiales. Por lo que se ve, también ha llegado a Colombia. En España estamos bien servidos de producción propia, aparte, claro esta, de las traducciones del inglés. Lo curioso es que, como siempre, no es nada nuevo: lo nuevo, en todo caso, son las monstruosas dimensiones de su éxito.
Los que ya tenemos una cierta edad recordamos que, ya hace varias décadas, se publicaban en España, en ediciones de bolsillo de chillonas portadas de colores, novelas de lo que entonces se llamaba "heroic fantasy" o "sword and sorcery", con Conan a la cabeza, pero también otras más recientes. Los aficionados a la ciencia ficción, aunque de vez en cuando leíamos alguna de forma un tanto vergonzante, no las teníamos en mucho aprecio: otra cosa era la fantasía pura, más digna, al estilo de Tolkien o Lewis, para entendernos. La "space opera" nos caía todavía peor: era trasladar al espacio las sagas llenas de acción y batallas, sustituyendo los reinos antediluvianos por espectaculares imperios estelares y las espadas por laseres. Star wars (la serie de películas que más flaco favor ha hecho a la ciencia ficción, infantilizándola de golpe y haciendo retroceder la valentía de sus propuestas varios decenios, pese a su brillantez formal) era una derivación de ese tipo de ficciones.
La fantasía de guerreros hercúleos y princesas hechiceras solía considerarse "escapista" porque sacaba literalmente al lector de su mundo y lo trasladaba de forma brutal, entre el vértigo de la acción continua, a otro completamente diferente, a menudo lleno de estereotipos y escaso de originalidad, sin relación ninguna con su experiencia vital. Por contra, la ciencia ficción, pese a su punto de partida, era menos escapista porque no hacía sino extrapolar al futuro muchas de las cuestiones pendientes en el presente: la superpoblación, el deterioro medioambiental, el ascenso de nuevos grupos sociales, los peligros de la tecnología. Hablo, claro está, de la buena.
No simpatizo, pues, con el género fantástico. Entiendo que hay obras mayores y autores muy estimables (siempre los ha habido) pero, dada la proliferación de obras, se necesitarían varias vidas de lectores entregados para separar en el género el grano de la paja, y yo no estoy por la labor. Picotearé algo en los márgenes, volveré una y otra vez a los clásicos del género (que los hay, aunque absolutamente desconocidos: ¿alguien sabe de Mervyn Peake, John Crowley o Angela Carter?) pero me mantendré reticente, sobre todo ante las sagas que amenazan con hipotecar de forma indefinida mi tiempo consagrado a la lectura.
En fin, Lunática, y disculpa el rollo, para terminar: Hay otros mundos.
@Lunatica hace 12 años
No puedo opinar sobre la caída del género, porque aún no he leído a los grandes de él, sé que merezco un tomatazo por esto pero hasta ahora no he sentido curiosidad por el pasado sino que me he dejado llevar por las modas juveniles literarias, pero sí que he visto una decadencia enorme en las novelas de ahora: no hay nada nuevo, todo es repetitivo y son unas pocas las que merecen ser llamadas excelentes novelas, por lo general me encuentro con libros completamente normales y, naturalmente, son sagas.
Con respecto al libro, pensé que iba a ser peor, no le tengo mucho aprecio a los escritores colombianos y este no iba a ser la excepción, el libro es normal, hasta podría decir no más y dejar la serie, pero como soy masoquista he decidido seguirla, al menos hasta que me cansé o vea que es tiempo y dinero perdido. Por el momento lo dejaré en un pasable, fueron dos meses de lectura tranquila, lo deje un tiempo y luego lo retome como si nada (lo que ya es un punto a favor) y además quiero ser un poco patriótica.
Tienes toda la razón, hay otros mundos, pero me inicié en la lectura con este tipo de obras y me es un poco difícil abandonarla. Aunque he empezado ha liberarme un poco del género fantástico y me he abierto a los clásicos (Sherlock Holmes puede ser uno y mi fallida lectura de Cumbres Borrascosas); con el tiempo espero equilibrar mis lecturas y leer un poco de todo.
No te preocupes por el rollo, me ha encantado :D.
