ROSASPINI REYNOLDS, SIN SU HABITUAL EXCELENCIA por EKELEDUDU

Portada de HISTORIA Y LEYENDA DEL REY ARTURO

Roberto Rosaspini Reynolds es el autor, entre otros, del ya comentado HADAS, DUENDES Y OTROS SERES MÁGICOS CELTAS, que me mereció la mejor de las opiniones. Además, de manera impecable, tuvo a su cargo la introducción, traducción y notas de la edición de BEOWULF que publicó Longseller. Todo eso por no hablar de que muchos otros libros suyos parecen ser interesantes, y los iremos estudiando y comentando aquí mismo a medida que nos vayan llegando. Dichos libros despiertan gran expectativa en vista de los precedentes mencionados. Sin embargo, de HISTORIA Y LEYENDA DEL REY ARTURO es necesario recalcar que se trata de una obra hasta cierto punto menor, algo que en realidad a mí mismo me suena horrible, pues hace pensar en un juez odioso sentado en un trono y decidiendo qué sirve y qué no. Empecemos aclarando, por lo tanto, que decir que no sirve es exagerado y no es mi propósito dar a entender algo tan tajante. Pero sí que siendo un buen libro sobre el Rey Arturo, sin embargo no deja de ser apenas uno más del montón.

Para desprendernos definitivamente de la odiosa imagen de juez que mencionábamos antes, aclaremos que pese a tener ciertos conocimientos superficiales sobre distintas materias, en ninguna de ellas puedo llamarme experto, ni ostento título alguno que avale tales conocimientos. De vez en cuando, en alguna obra leo dislates evidentes, como la supuesta amoralidad de Juliano el Apóstata mencionada por los autores de HISTORIA DE LAS RELIGIONES o los panes medievales elaborados a base nada menos que de maíz tal como se los menciona en MUJERES MEDIEVALES: Pero en la mayoría de los casos, aunque comparando con otras obras que haya leído sobre el tema de turno, acepto los conocimientos que sobre el mismo tenga el autor o diga tener, toda vez que los míos distan de ser sólidos. Por estos criterios me manejo en principio, si bien teniendo en cuenta otros como la posible actualización o desactualización del autor acerca del tema en cuestión, etc.

En el caso de Roberto Rosaspini Reynolds, sus conocimientos no están en duda. No haré referencia ahora a sus credenciales, que detallaré en otra ocasión, pero sí diré que éstas son bastante convincentes, o me lo resultan a mí, al menos. Por otra parte, leyendo HISTORIA Y LEYENDA DEL REY ARTURO encontramos con que gran parte de lo que dice coincide sobre el tema, y en los pocos casos en que no es así, debemos tener en cuenta que tratándose de leyendas siempre pueden existir múltiples versiones. No pasa por ahí el problema, sino en que en esta ocasión eligió para escribir un tema ya muy trillado. Es cierto que episodios legendarios involucrando a Arturo o a sus Caballeros, abundan, y muchos de ellos son poco conocidos. Ahora bien, prácticamente todos los libros que se escriben sobre el tema recurren siempre, en principio, al mismo material: el origen misterioso de Arturo, la espada Excalibur, la ambigüedad de Morgana, la infidelidad de la reina con Lancelot, Merlín y su enamoramiento senil por Nimue -aquí llamada Nyneve-, el conflicto entre el Rey y Mordred, la caída de Camelot. Luego de ver desfilar siempre estos mismos hechos en un libro tras otro, uno se tienta de preguntarse, adolorido: ¿Otra vez?... Pero por otra parte, y en defensa de Reynolds y otros autores: ¿Cómo se escribe un libro sobre el Rey Arturo sin tocar estos hechos trascendentes?

Por otra parte, y a menos que se trate de un libro de verdad mediocre -y éste no lo es- su autor normalmente incluye su yapa (bonus track, para quien no entienda el otro término) en la que se explaya a su modo sobre tal o cual aspecto menos conocido de la leyenda artúrica. En este sentido, si Rosaspini Reynolds no es mucho mejor que otros autores, al menos tampoco es peor: también él incluye su cuota de bienvenida novedad, por ejemplo al hablar de los incidentes ocurridos en las bodas reales involucrando a Sir Tor, Sir Gawain y Sir Pellinor, para mí desconocidos. La evolución del mito artúrico, que se detalla en el capítulo II, me es en cambio familiar, pero hay que admitir que podría no serla para otros.

Por último, debo admitir, para concluir este comentario que, lo reconozco, me resultó un tanto complicado, que quizás el problema esté menos en este libro que en mí. Tal vez me esté volviendo demasiado exigente, demasiado hincha pelotas, para decirlo en buen criollo. Porque Rosaspini Reynolds me fue muy instructivo en un par de obras anteriores, ahora pretendo que lo sea todo el tiempo... Bueno, lo lamento. A veces los autores, sin proponérselo, malacostumbran así a sus lectores.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 7 ·

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