EL SUEÑO QUE DEVINO PESADILLA por EKELEDUDU

El Viejo Mayor, el más anciano y sabio de los cerdos de la Granja Manor, propiedad de un hombre llamado Jones, ha tenido un sueño, que comunica a todos los demás animales y que será, para ellos y especialmente para los otros cerdos, la simiente de un anhelo: el de verse libres del ser humano que los oprime, el de un mundo donde todos los animales serán hermanos, dueños de los mismos derechos y, fundamentalmente, dueños de sus propios destinos. Allí mismo aprenden una canción, "Bestias de Inglaterra", que se convertirá en su himno y su bandera de esperanza. Aunque el Viejo Mayor muere poco después, su sueño lo sobrevive, y parece comenzar a hacerse realidad cuando los animales de la granja, en la llamada Batalla del Establo de las Vacas, logran expulsar a Jones y adueñarse de la granja. Los cerdos, por ser los más inteligentes, asumen la dirección de la misma. Pero, para empezar, dos de ellos, Napoleón y Snowball, pretenden hacerse con la batuta, sin que sea posible que lleguen a un acuerdo. Secundariamente, unos cubos de leche recién ordeñada desaparecen misteriosamente, y trasciende más tarde que se mezcla en la comida de los cerdos. Será para éstos el primero de una serie de privilegios exclusivos, que a través de su vocero, Squealer, justificarán con el mismo pretexto: si ellos no están sanos y fuertes fracasarán en su misión, y entonces, Jones volverá. En no querer que ello ocurra están de acuerdo todos los animales, de modo que toleran tales privilegios aun cuando cada vez se vuelvan más abusivos. Pero lo peor sucederá cuando Napoleón quede como único líder. En efecto, éste entrena secretamente unos cachorros de perro para que le obedezcan; ya adultos, se volverán sus implacables guardianes, y su primera aparición en público será para tratar de dar muerte a Snowball. O no lo logran, o tal vez el plan era sólo provocar su huida. Esto es muy conveniente, ya que Napoleón, satanizando al exiliado lo hará culpable de cuanta desgracia, grande o pequeña, suceda en la Granja Animal, presentándolo como un traidor que colabora con Jones para que éste recupere el control.

A partir de allí, el clima en la Granja Animal, y el tono del mismo libro, será cada vez más opresivo y terrorífico. Es difícil explicar cómo una obra protagonizada por animales y que, por lo mismo, uno tendería a equiparar a un dibujo animado de Disney, puede lograr un impacto más violento que muchas películas de horror. Tal vez ello se deba a que, aunque presentada originalmente como una sátira del comunismo, muchas de las situaciones de REBELIÓN EN LA GRANJA no son exclusivas de la Revolución Rusa ni de ninguno de los países que antes estaban tras la así llamada Cortina de Hierro. La culpa de cualquier cosa mala la tendrá siempre el que se fue, como Snowball; de los trabajadores que dejan de ser útiles al Estado, muchos tendrán destinos tan poco gratos como el de Boxer, el caballo; hay gente igual de oportunista, o peor, que esos animales salvajes invitados a unirse a la Granja Animal y que abusan de ello; y demasiado a menudo los opositores a cualquier idea terminan siendo exactamente iguales, si no peores, que aquello que combatían tan denodadamente. No, decididamente no hace falta remontarse a la Unión Soviética para hallar paralelos entre la ficción de Rebelión en la granja y la realidad. Por supuesto, para algunos de nosotros el hecho de que sean animales nos pone más tiernos, sí, ¿para qué mentir? Soy de los que lloraron cuando en EL REY LEÓN murió Mufasa y Simba quedó desamparado... Sólo que mientras que en la mentada película había momentos muy cómicos, aquí todo es siniestro y dramático, una pesadilla que no deja margen para consuelos.

Eso es básicamente REBELIÓN EN LA GRANJA: un libro cruel y de gran realismo, protagonizado por animales. Decida cada uno el lugar que una obra así podría ocupar entre sus preferencias literarias.