Sinopsis
El ladrón de palacio es un volumen de cuatro extensos relatos en los que además de lucir una prosa elegante, sobria y certera que recuerda a los grandes narradores norteamericanos del siglo XX (como Hemingway, Faulkner y en especial a Fitzgerald), el autor nos presenta un ejercicio literario en donde es difícil reconocer modas o tendencias y que, por el contrario, parece jugar sus cartas hacia una efectiva recuperación estilística de las formas narrativas clásicas. En “Contable”, el primer cuento del libro, nos narra la historia de Abba Roth. Empleado en una firma de contabilidad, casado, con tres hijos. Un tipo rígido, formal, sin brillo. El norteamericano medio que ha hipotecado sin muchos remordimientos sus sueños a cambio de la estabilidad económica, y que va a toparse después de muchos años con Eugene Peters, un amigo de la infancia, distendido e indisciplinado que gracias a su arrojo y a su carismática personalidad se ha convertido en un empresario de éxito. Los miedos, las inseguridades, los reprimidos sentimientos del pasado y las confusas rivalidades del presente, cobrarán vida en un singular partido de béisbol que enfrentará a estos dos amigos y dará al relato un inesperado desenlace. “Batorsag y Szerelem” es la segunda historia del libro y nos sitúa en el seno de una especial familia de clase media, donde la fascinada admiración del hijo menor hacia el mayor (un hippie rebelde y superdotado, genio de las matemáticas y de la música) y sus reflexiones y experiencias adolescentes acerca de los afectos, las lealtades y la sexualidad, nos llevarán al descubrimiento un tanto trágico y un tanto cómico de un sorprendente secreto de familia. “La ciudad de los corazones rotos” es un relato sobre esos pequeños y a veces imperceptibles detalles que cruzan y dividen a las generaciones. Wilson, un solitario divorciado en plan de rehacer su vida , irá descubriendo con turbador desencanto los vicios y vacíos sociales a que su prolongado aislamiento lo han ido empujando. La monotonía, el aburrimiento, la carencia de sentidos, así como la celosa y posesiva naturaleza de las relaciones afectivas, irán desfilando a través de las páginas y frente a la vida del protagonista, cuando es visitado por su hijo quien le enseña a comprender una nueva manera de relacionarse y de paso le da una mano para continuar con su vida.
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