Hay un ingrediente del libro muy cautivador y creo que Mario Vargas Llosa lo exprime de un modo arriesgado y divertidísimo: el retrato del universo radiofónico y la presencia que éste tuvo en su momento en la sociedad peruana -y en tantas otras, un bonito ejemplo es la película de Woody Allen "Radio Days" ambientada en el Brooklyn de los años 40-. En la emisora donde trabaja el joven Mario nos encontramos con un puñado de personajes fabulosos desde los dueños (Genaro-hijo y Genaro-papá) pasando por los intérpretes de los radioteatros hasta el Gran Pablito, el factótum asmático de Mario... hace 7 años con una nota de 5