Me sumergí en este libro con la curiosidad de saber cómo enfocaría el gran Saramago la vida de Jesús, y me encontré con un libro que ponía delante de mis narices preguntas que yo mismo alguna vez me había hecho y que había olvidado (¿por qué no se avisó al resto de la gente de Belén de la matanza?¿por qué Jesús no ayudaba a los pescadores con sus milagros?). Lo mejor de todo es que Saramago da su respuesta, y mejor todavía, da una respuesta lógica. La lectura del libro invita a reflexionar sobre el sentido de sacrificarse por una causa que se sabe difícil de conseguir. Jesús ante esta diatriba decide oponerse a su destino pero, claro está, no puede ir contra los deseos de Dios y todos sus actos estaban predeterminados. No obstante, no deja de ser interesante ver un Jesús rebelde y no dispuesto a cumplir los designios del de arriba. Sobre éste último, decir que las escenas más divertidas del libro vienen de sus diálogos con Jesús, en tanto que se presenta a Dios como un canalla. Durante toda la obra Saramago juega con la confusión de identificar a Dios y al Diablo. He de decir que mi educación y el conocimiento de los Evangelios me llevó a creer que Pastor (Diablo), por su comportamiento era Dios, y viceversa; cuando no era así, y se recalcaba durante toda la obra. Pero cuando se intercambian las cualidades de uno y otro pasa esto, y es muy interesante.
Escrita hace 13 años · 4 puntos con 1 voto · @Aliomo le ha puesto un 7 ·