Muy buen libro para un niño, pero que no debería confundirse con un libro para adultos. La imaginación de sus páginas servirá de abono para los sueños de cualquier niño o adultos con nostalgia de la infancia. Sin embargo la trama carece de complejidad, los personajes son en su mayoría planos y semejantes a los de cualquier fábula popular, y en ningún momento se tratan temas más profundos, ni siquiera de forma subliminal, a parte de un recorrido superficial por algunas de las pasiones y defectos humanos, como la codicia, la arrogancia, la mentira...
Lo más bello del libro es la idea y recreación del viaje como tema, desarrollada de forma más adulta en El Señor de los Anillos. Un viaje por un mundo mucho más colorido y fantástico que el de posteriores obras de Tolkien, con animales que hablan, canciones, enanitos torpes, magos sabios...
Si aún así decide leerlo en vez de regalárselo a sus hijos, sea consciente de que se trata de un bonito cuento, ni más ni menos. Cualquier pretensión más allá de otros lectores debe entenderse como la devoción incondicional y desmedida hacía la figura del autor del Señor de los Anillos, J. R. R. Tolkien.
Escrita hace 13 años · 2.8 puntos con 5 votos · @Culkas le ha puesto un 6 ·
@Kementari hace 13 años
Es tu opinión, nada más. Esto es el origen: pero resulta que algunas personas saben contar las cosas de forma que los niños lo entienden y los adultos lo disfrutan.
Las canciones son una constante en la obra, no se limitan a "El hobbit": es la forma en que las cosas permanecen. Los magos sabios y los enanitos, torpes a veces con consecuencias trágicas, siguen apareciendo después.