ESCESIVO por Guille

Portada de DEL TIEMPO Y DEL RÍO

Thomas Wolfe se movió desde sus inicios entre aquellos que, como Faulkner, pensaban que era uno de los más grandes novelistas norteamericanos y los que, sin negarle el genio como escritor, destacaban por encima de todo su desmesura, sus excesos líricos, su incapacidad para dotar de forma y estructura a sus novelas.

Tras leer esta, me sitúo claramente en el segundo grupo. Como por las ventanas de ese tren en marcha -gran imagen que pierde su potencia a fuerza de repetición-, las escenas se suceden una tras otra sin una ligazón clara y separadas por unos arrebatados interludios de un, muchas veces, exagerado lirismo.

Yo tampoco pude encontrar una estructura clara que hiciera de este río una corriente única y atractiva de seguir. Wolfe escribe angustiado por la fugacidad de la vida, por ese tiempo que se escapa, por la necesidad de dejar huella y testimonio de todo y de todos, aunque no pocas veces lo escrito sea de una total intrascendencia. El río de Wolfe, de aguas calientes, caudalosas y rápidas, sufre con mucha frecuencia espectaculares desbordamientos que, aunque impactantes y dignos de ser contemplados y gozados, rompen el curso de la navegación dejando la visión del amplio paisaje muy fragmentada y dispersa. Demasiada prisa en su prosa: lo que gana en expresividad, que no niego que es mucho, lo pierde en cohesión y unidad. He leído con la ineludible sensación de estar ante el propio manuscrito de la novela que ha llegado a mis manos con sus hojas desordenadas. A pesar del arduo trabajo de edición que se hizo con la novela, no sé si hasta Gordon Lish hubiera fracasado igualmente.

Y por si todo esto fuera poco, he tenido que aguantar más veces de las deseables su racismo, su condescendencia hacia todo aquel que no sea blanco y anglosajón, su chovinismo exacerbado y su fastidioso empeño en contradecir a Heráclito y hacer que nos bañemos una y otra y otra vez en el mismo río.

Escrita hace 7 años · 4.3 puntos con 3 votos · @Guille le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 4 años

Es curioso: tienes razón al escribir Del tiempo y del río. Es más correcto en español que Del tiempo y el rio que aparece en la novela, en esta y en otras ediciones.

Y tienes razón en más cosas: por ejemplo, en el absoluto caos que representa la novela. Desde un punto de vista estructural, merece el suspenso más justo. Los episodios se suceden mezclados con arrebatos líricos y largas digresiones. Pero...

Pero el estilo de Wolfe supera todas las expectativas, en mi opinión. Aunque a veces da la impresión de ser un borrador (entre otras cosas porque juega a ser Joyce a veces sin renunciar a su recio carácter de narrador americano) las imágenes son potentes, la prosa impetuosa... Una delicia. Es mejor El ángel que nos mira porque tiene una estructura más reconocible, de novela de iniciación: la historia de Eugene Gant, desde su nacimento hasta su ida a Harvard (aunque el escritor se permite dedicarle decenas de páginas al paterfamilias Gant y su juventud errante) con el retrato de familia más disfuncional y emocionante que he leído en muchos años (y mira que la familia es un tema rentable)

Desconozco la participación que tuvo Maxwell Perkins, su editor de Scribner's, en el manuscrito. En la película El editor de libros, que recomiendo para este tema en particular, aunque sea bastante floja, parece que su función era arrancar página tras página de una pila de miles de páginas. No sé. De los autores venerados en Estados Unidos es el menos conocido en España, y sin duda merece leerse (su prosa me provoca verdadera adicción) e incluso perdonársele que repita una y otra vez el nombre de su país, Estados Unidos, como una especie de mantra.

Contradictorio, menos que genial pero más que recomendable. Muy suyo este Wolfe. Mi lectura del verano. Sigo con sus novelas cortas y cuentos, que no son, me temo, sino páginas arrancadas de interminables manuscritos impublicables.

Saludos, Guille. Un placer leerte.