OTRO CASI por arspr

Portada de LA CAVERNA DE LAS IDEAS

Bueno esta es mi vuelta a Jose Carlos Somoza tras el descalabro, (y no exactamente por su culpa), de Silencio de Blanca. Y, sí, he de decir que este es un "Somoza" 100%. Sobre todo para lo bueno, pero también para lo menos bueno.

Escribir una reseña de este libro es tarea peliaguda porque la verdad es que cualquier palabra de más puede reventar un argumento, o más bien una forma de contar el argumento, tremendamente original. Así que intentaré ir con sumo cuidado.

Sin destripar nada porque lo que cuento está claro en el capítulo uno, pero para apoyarme en algo, digamos que la Caverna de las Ideas narra dos historias en paralelo. Por un lado la policiaca de Heracles y Diágoras en su Grecia Clásica y por otro las averiguaciones lingüísticas que un anónimo traductor hace en referencia a dicho texto clásico. Y una de las primeras cosas que nota es que el texto es "eidético".

Esta "eidesis" me va a servir de ejemplo para indicar, (sin entrar en mucho más), tanto lo bueno como lo menos bueno del texto.

Y lo bueno es, como en todos los "Somoza" (o al menos en los cuatro que he leído hasta ahora, incluso con Silencio de Blanca), una tremenda originalidad. Los "Somoza" son libros tipo best-seller, no aspiran a ganar el premio Nobel de literatura. Pero no menciono "tipo best-seller" peyorativamante, ni mucho menos. Simplemente que está claro que "Somoza" escribe para "todo el mundo", sin pretender que su lector tenga que tener enormes o refinadísimos conocimientos literarios para apreciarlas. Y dentro de este tipo de lecturas pues las hay malas, peores, buenas y mejores como en toda la viña del Señor.

Bien pues, los "Somoza", (o por ser exacto digamos "mis 4 Somoza"), tienen ganada la partida de que son siempre sorprendentes. Nada de discurrir por cauces trillados. Siempre tienen un argumento, estructura, sorpresa final (o intermedia) que los hace claramente sobresalir sobre la mundanal media.

Pero al igual que siempre son muy originales, siempre me han dejado un punto frío. Mi razón dice "mira qué fantástico libro te has leído, qué bien hilado todo, qué diferente, qué... Te tiene que gustar" y mi corazón me dice "sí está bien, pero...".

Quiero quererlo, pero no puedo quererlo. Hay algo que no acaba de rebasar la difícil línea que separa lo verdaderamente extraordinario.

En este caso me voy a centrar en la "eidesis" como mero ejemplo (por no meterme en mayores berenjenales). Pero la idea o mejor dicho sensación que voy a desarrollar, se podría aplicar a otros aspectos del libro.

La "eidesis" es una figura literaria inventada por José Carlos Somoza que básicamente viene a ser ocultar un mensaje adicional en el texto, absolutamente independiente de él. Pero claro esto no es novedad, se ha hecho mil veces. Sí, pero la diferencia radica en que el mensaje no se basa en un código "secreto" que el lector ha de conocer de antemano (o descubrir por sesuda investigación sobre él). Inventando: no se basa en que, claro, como yo soy muy erudito sobre xxxxx, sé que cuando se menciona al "laurel" (por decir algo), realmente se está hablando de "la muerte". O que si cojo la primera letra de cada siete palabras me sale la declaración de independencia de yyyyy.

No, la eidesis es una figura literaria que, como la metáfora o cualquier otro recurso artístico, ha de ser evidente, (al menos para el que la quiera ver). Se trata de que mediante repetición de conceptos, de frases, de vocablos relacionados, el lector inmediatamente detecte que se está hablando de lo que se cuenta en el libro, sí, pero además de otra cosa. Por ejemplo, medio exponiendo una de las del libro: si tengo repetidas veces "sinuoso", "reptante", "escamas", "venenoso", pues es fácil llegar a que me tengo que formar una imagen de "serpiente", aunque el texto donde aparecen esos vocablos nada tenga que ver con ello.

Y esta eidesis es precisamente un casi imposible. Francamente, la idea es muy buena, pero no me imagino cómo demonios se puede llevar a buen puerto de manera redonda. Porque es muy fácil caer en el "defecto" que he sentido en el libro: que parece que está mal escrito, que es un escritor mediocre el que está detrás debido al número de las redundancias. Porque esto es lo que ocurre a la postre, como el libro es un "best-seller", dirigido a todo el público en general, José Carlos se asegura que no te pierdas, incluso con redundantes notas del traductor que en muchos casos no habrían sido necesarias. Y el efecto general no es bueno. Pero claro si hubiese sido mucho más sutil, posiblemente no me habría enterado (es más a lo peor hay ciertas figuras de las que NO me he enterado... quien sabe).

Sí, uno sabe que es intencionado, pero simplemente ocurre que el corazón no entiende de razones...

Pero en cualquier caso, un libro recomendable porque no es malo, ni mucho menos. (Mirad mi nota). Es más, es bastante bueno al menos en mi opinión. Es más, casi, (y solo casi), llega a ser memorable...

Escrita hace 7 años · 5 puntos con 1 voto · @arspr le ha puesto un 7 ·

Comentarios