LA BESTIA ENCADENADA EN LA PLAYA PISOTEA INCESANTE por Volsung

Portada de LAS OLAS

Hay quien defiende que el tiempo es pulsátil, un rítmico oleaje de cuántos, información, avanzando a través de todo sobre lo que se pueda avanzar, permitiéndole que cambie, obligándole a cambiar.

Como cuando actualizamos la página. Refresh.

A través de seis personajes que son seis facetes de un único narrador, el paso del tiempo, se consigue esta impresión de existencialismo mareomotriz, de información dada en bandazos, de, por momentos, duda ante la continuidad de la experiencia a favor de una percepción segmentada, escalar.

El principio del libro, la aparición de la conciencia en tres niñas y tres niños, su búsqueda de una conciencia desde los infantiles juegos en los bosques de Elvedon hasta los últimos días en sus elitistas escuelas británicas, es espectacular. La reflexión alrededor de cómo se forja la identidad individual y cómo, a la vez, aunque parezca opuesto o paradójico, también la identidad grupal, en éste caso a través de la amistad propiciada por una infancia en común.

Frases largas llenas de información, muy modernistas, muy Faulkner, ya no tan Rubén Darío, aún no tan Thomas Bernhard, románticas todavía, poéticas sin ser por ello obtusas (opina alguien que por lo general está de acuerdo con eso de que la poesía es “refugio de vagos y maleantes”, que dicen por ahí).

Lástima que el libro se hunde y se hunde porque aunque se disfrace de la historia de seis vidas no es más que una reflexión en torno al narrar, al cómo nos contamos cómo es el mundo a través de seis personajes relativamente arquetípicos. VW muestra una misma imagen, la del ser humano en búsqueda de su yo, a través de seis colores diferentes y eso es interesante y ella lo hace de forma hermosa, pero nada más.

En Las olas no pasa nada y eso hace que las últimas 80 páginas más o menos, se hagan muy cuesta arriba para el lector. Los personajes no cambian, en un momento dado la lectura no añade nada nuevo y la misma VW se ve obligada a terminar el libro que tan coralmente había iniciado (una oración por personaje las dos primeras páginas, para intimidar al lector convencional) con un monólogo simplón (por lo repetitivo) a lo Segismundo en La vida es sueño.

Agradecer por último a Guille, que con su reseña de La Sra Dalloway me animó a acercarme por primera vez a la obra de VW.

Escrita hace 8 años · 5 puntos con 3 votos · @Volsung le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 8 años

La bestia indómita pisotea y pisotea en la costa. Buena reseña, volsung.

Pues claro que, la mayor parte del tiempo, no pasa nada. La trama, en estos tiempos, está sobrevalorada.

@Volsung hace 8 años

¿La trama está sobrevalorada o por contra nos hemos acostumbrado a autores técnicamente buenos, pero con poca cosa que decir?

Yo reconozco que le doy mucha importancia a la trama. En libros, en música (letras), en pelis... Por eso me "peleo" con mis amigos Filo-tarantínicos, jeje. Me cuesta encarar un libro como se encara un cuadro, con ánimo contemplativo. Le pido la interacción que ofrece el discurso más allá del retrato.

Por cierto, esperaba que responderías con una nota a la pregunta de cuál podía ser una buena opción empezar con Faulkner. ¿Tu te acuerdas de cuál fue el primer libro suyo que cogiste?