A MEDIO CAMINO por arspr

Portada de SEVERINA

Una pequeña decepción pero no obstante no me arrepiento de mi elección.

Comienzo contando brevemente que esta es una de mis típicas lecturas donde me lanzo sin red a libros y autores desconocidos sin más referencias que una casualidad, una mención o un simple ramalazo antes que una convicción más o menos fundada de que el libro y yo podemos formar buena pareja. En este caso fue una recomendación explícita de Juan Cruz en su minisección "El revés y el derecho" de Hora 14 en la Cadena Ser en medio de un desplazamiento del trabajo. Eso (no suele ser una sección de recomendaciones literarias), más la intrigante sinopsis con misteriosas ladronas de libros incluidas son un anzuelo perfecto.

Pero tras leerlo en dos tardes, (o en una sin mayores dificultades), me he quedado un poco frío. Quizá es porque me esperaba una lectura más lírica o más poética, (desconocía totalmente al autor y por tanto su estilo) o con más probabilidad, dado que tampoco soy yo mucho de dejarme llevar por el continente frente al contenido, que en mi opinión el libro se queda a medio camino entre una novela y un cuento y no acaba de redondear nada de forma completa.

Me explico. Evidentemente si uno tiene una novela muy corta o un cuento, muchas veces tiene que sacrificar el desarrollo de muchos aspectos y dejaros de forma extremadamente sintética, o incluso solo sugerida, para centrarse en lo verdaderamente central que le interese. Por simple espacio disponible. Y evidentemente esto no es ningún demérito. No puedo pretender que el autor me cuente vida, obra y milagros del botones del hotel que visitan los protagonistas en 50 páginas.

Pero si, como me ha ocurrido, me parece que todos absolutamente los aspectos narrativos del libro sufren de esa parquedad de profundidad, (ni el flechazo del protagonista, ni las motivaciones de la ladrona, ni la relación ladrona-abuelo, ni la relación ladrona-protagonista, ni qué pintan los libros realmente en todo esto, ni el desarrollo de la trama en sí siendo además este un poco forzado), ¿qué queda? ¿Que el conjunto de retales se integre magistralmente en un todo supremo? Aspiración harto compleja (aunque valiente) que en mi opinión no ocurre ni de lejos.

Quizás a alguien el libro le resulte catalizador de pensamientos o emociones internas por tratar este tema tan espinoso, personal y bello de las "tonterías" que hacemos por amor. Porque, a su vez, qué otra cosa más grande hay que estar viviendo y dejándose llevar él (sean tonterías o no, o mejor aún, si son tonterías sí o sí).

Y supongo que evidentemente esto es lo que le motivó a Juan Cruz, pero yo desde luego no me atrevería a recomendarlo especialmente. (Aunque tampoco a no recomendarlo, la verdad sea dicha).

Escrita hace 8 años · 0 votos · @arspr le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@arspr hace 8 años

Vaya pareado horripilante que me ha quedado la primera frase... Perdonad que no era mi intención de ninguna manera...

Soy repelente, (lo admito), pero no tanto, (espero).