PREDICAR Y DAR TRIGO por Poverello

Portada de PREDICADOR

No es fácil saber si aquello que comentaba el incorrecto Ennis sobre la percepción de su obra magna “Predicador” por parte de eminencias como Dave Gibbons y Joe Quesada se atenía a la verdad o era uno de sus habituales chascarrillos. Según él, para el dibujante del clásico Watchmen “Predicador” era una obra innecesaria, y para el editor jefe de la Marvel una buena literatura para ir al baño.

Una vez leídas las demenciales historias de Jesse Custer, que no son pocas, se me antoja que lo mismo a Gibbons le dio algo de tirria que un tipo hartamente menos conocido que él y, sobre todo, que Alan Moore, a pocos años vista se atreviera a superar sus dosis de mala baba y de violencia visceral y creara una novela gráfica originalísima, libre hasta el culmen y que incluso -en una editorial tan puntillosa con la doble moral y con los posibles problemas con el público como DC- mostrara tías en pelotas. No es de extrañar que también Quesada, evidente enemigo editorial, hiciera sus pinitos poniéndola a caldo. Lo que sí es de extrañar es que DC osara publicarla y darle cancha durante varios años, porque “Predicador” no deja títere con cabeza, y quien vea en ella la más mínima condescendencia con el walk of life americano es que nació con un gen que repele todo lo que provenga del otro lado del Atlántico. Cada personaje que venera dicho estilo de vida, sea texano o extranjero, acabará pasado por la piedra o demostrando que lo que sí puede ser el país de las oportunidades es una amalgama de pirados y pasados de rosca que sólo parecen merecer un tiro en la cabeza.

Garth Ennis no se corta un pelo a la hora de pasar por la piedra y satirizar sobre todos los traumas y fijaciones de la sociedad estadounidense, que en mucho se parece en efectismos estériles a otras como la nuestra, y su propio punto de partida narrativo, que se extiende y radicaliza hasta un magnífico final, tuvo que levantar ampollas: Jesse Custer, un predicador que abandona a su grey harto de la maldad del mundo y de que a Dios se la pele. Tras determinados incidentes le hacen ver que el creador ha abandonado el cielo para darse un garbeo por el mundo y la misión de Custer consistirá en obligarle a asumir su responsabilidad o en acabar con su vida en caso de no conseguirlo.

En su periplo andante una miríada de personajes se cruzan en su camino: la chica, Tulip, de espíritu indomable; Cassidy, un vampiro que llega a ser casi el único amigo del héroe; Caraculo, un feo de órdago tras pegarse un tiro en la cara, buena gente y que es usado por todas las personas que se acercan a él; Herr Starr, un enfermo dominado por el odio y por su ego; El Santo de los Asesinos, un ángel vengador que destruye casi todo lo que se le pone por delante...
Pero lo extraordinario del guión de Ennis es que tanto actores secundarios como principales están trabajados con un cuidado y un mimo extremo, de tal modo que todos y cada uno de ellos están sometidos a pecados y debilidades, y conociendo sus historias cuesta hasta juzgarlos sin sentir compasión. Y eso que, haciendo honor a la verdad, la mayor parte de los números especiales en los que se narran dichos episodios, a pesar de estar guionizados por Ennis (a los lápices hay diferentes artistas), pueden resultar mediocres y faltos de chispa a excepción del doble dedicado al Santo de los Asesinos.

Y sería injusto basar todo el éxito de “Predicador” a las dotes de Ennis. El arte de Steve Dillon no le va a la zaga. Directo, desagradable y sutil a partes iguales, con el buen gusto de renunciar a lo superfluo y, más allá de algunas ligeras limitaciones a la hora del diseño de figuras en las escenas de acción que las hacen parecer algo estáticas, con un absoluto control de los rostros y las expresiones, que simulan vida, cambio, sentimiento...

Es ardua tarea resumir una obra de estas dimensiones en dos, tres o doscientas reseñas. Se hace preciso leerla, porque no es innecesaria, sino pertinente, porque sonríes en medio de la sangre y de las vísceras -como con el Torpedo de los grandes Bernet y Abulí-, porque sufres y porque, al igual que sucede con Custer, incapaz de llorar desde que perdiera a sus padres a manos de su propia familia, al final le resulta imposible al lector no derramar una lágrima.

Escrita hace 8 años · 5 puntos con 4 votos · @Poverello le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 8 años

Amén a todo, hermano. Es la reseña que se merece una obra tan contundente.

Inolvidables los orígenes familiares de Custer, las espectrales apariciones del Santo de los Asesinos, la revisión del vampirismo que propone (de propina) el personaje de Cassidy, el Mesías imbécil y, sobre todo, ese Cielo sin titular leno de ángeles desconcertados. Hay altibajos, inevitables en una obra tan larga (los afanes musicales de Caraculo) pero, desde luego, es de los comics que más he disfrutado en años. A mí también me chocó las cosas que dejaron colar a Ennis. Como diría Cassidy, cojonudo.

A ver si estamos en desacuerdo alguna vez. Estoy harto de darte la razón.

@Poverello hace 8 años

Predicador es de lo más impactante que he leído, desde luego.

El personaje de Caraculo me gustó mucho, y es una crítica feroz de la utilización de las personas por el mundo de la música. Exprimirlos hasta que no valen de nada y dejarlos tirados. Los episodios dedicados a él en su mayor parte están intercalados -excepto la resolución cuando regresa al pueblo- y no se me hicieron demasiado pesados, aunque se desvían del curso normal de la historia.

DC debería estar preocupada de otras cosas, porque es increíble la de cosas que se salen de lo políticamente correcto en Predicador, y no sé yo si las ventas iniciales darían para justificar su continuación.

En realidad te doy la razón yo a ti, que lo lees todo antes, ji.

@nikkus2008 hace 8 años

Yo no entiendo nada de esto de novelas gráficas... a ver si tu reseña me empuja un poco Pove... me gustan los comics... Asterix, Lucky Luke, jajaja.. no conozco mucho más.. a ver si me animo con algo de esto...

@Poverello hace 8 años

Pues aunque en buena medida Predicador es un western como Lucky Luke -no comenté que aparece hasta John Wayne como una especie de conciencia del prota- y te ríes un rato es bastante más desagradable. Conociéndote, nikkus, no sé yo si te va a gustar o me vas a mandar al carajo, jeje.

@Tharl hace 8 años

!Uau!, lo apunto.

@salakov hace 8 años

Muy buena reseña. Sin embargo, opino que "Predicador" tiene un nivel altísimo en su primera mitad (hasta la saga "Cruzados" y ese anti-Papa), pero luego se difumina y desinfla un poco. Y el final un tanto atropellado, no sé. Eso sí, el "Especial: El Santo de los Asesinos" o "Todo queda en familia" son soberbios. Aunque, puestos a elegir, de Ennis me quedo con su Hellblazer, me parece más compacto.
Ahora poneos las pilas y empezad el "Scalped" de Jason Aaron. Creo que no se la hizo el caso que mereció.

@Poverello hace 8 años

Apuntaremos Hellblazer.

A mí el final de Predicador me parece magnífico, aunque comparto que en algunos episodios intermedios está algo disperso. Pero son 2.000 páginas. Casi 'ná'.