OTRO OBELISCO GADDISIANO por Volsung

Portada de LOS RECONOCIMIENTOS

Los Reconocimientos es una novela con una historia sencilla, pero de estructura embrollada.

Podemos disecar dos bloques, casi novelas paralelas, dentro del libro. Por un lado Wyatt, el hijo del reverendo y pintor, cuyo tema es la trascendencia. Por el otro Otto, aspirante a dramaturgo de casa buena, y la contemporaneidad.

Entre una y otra hay diversos personajes puente. Ester, esposa de Wyatt y fantasía de Otto, Sinisterra el Falsificador, Esme (la bella heroinómana)... Suturan la brecha entre uno y otro bloque. Sin embargo, entre ambos, el personaje vínculo clave, la sangre del libro, es la idea del arte. El arte en tanto que elemento hacia la trascendencia, el arte en tanto qué papel puede tener en la sociedad actual del libre mercado y la industrialización.

En una y otra novela hay distintos personajes que simbolizan y representan matices de esos temas.

LA TRASCENDENCIA

El padre de Wyatt, la absurdidad de la religión, concretamente la cristiana, que no es más que una doctrina teológica solar como tantas otras. Paralelismo Cristianismo – Zoroastrismo. Un capítulo muy potente en una iglesia decimonónica de la Nueva Inglaterra puritana. Ídolos de Oro, pintadas, ventanas cegadas, toros, multitudes y curas derrapando por la suave campiña del Este.
Basil Valentine y Recktall Brown, el pack. El crítico corrupto, la falacia de la calidad artística como objetivable, como equivalente a la verdad filosófica. El mecenas, el arte como condimento del dinero y el poder, como viga sustentadora y capaz de darles un sentido trascendente, maquillar con estética conductas narcisista y codiciosas, crueles.

Hubo momentos, perdido entre la multitud de referencias, pasajes en latín, conspiraciones internacionales y, básicamente, la palabra Vaticano una y otra vez, que parecía estar leyendo el código da vinci…

CONTEMPORANEIDAD

El publicista que quiere aprovechar la canonización de una niña violada años atrás y termina por protagonizar su sensacionalista anuncio en un dramática paradoja. La bohemia, la parte más autobiográfica en que Gaddis explota su pasado como miembro de la burguesía acomodada y civilizada del Este estadounidense, las fiestas, la mezcla de los barrios altos con los uderground (Hanna se lava en los baños del metro) con el pretexto de una postura estética común. El artista creyente, el artista inmoralmente ateo (dostoyevskiano), el pretencioso, el que ahora llamaríamos cultureta y que plagia sin parar que no veas, la rebeldía hueva de conocimiento y auténtico respeto por lo que las personas pueden hacer, que no producir.

Una idea curiosa en el libro. La originalidad: el refugio de los mediocres, de los que no saben ni pueden seguir a sus mejores maestros. Si alguien ahora pintara como Picasso probablemente le criticarían diciendo que eso ya lo hizo Picasso. ¿Y qué? ¿Acaso no es “oficialmente brillante” lo que el hizo? El mercado exige novedad mucho más que calidad. Nos exigimos novedad, ingenio, más que conocimiento de reglas clásicas de estándares de calidad anteriores a nosotros.

Primera novela ambiciosa y potente, pero también pretenciosa. Con un tono muy culto. Más filosófica que narrativa, en la línea de las ideas de JR, con lugar para el humor en muchos de sus capítulos. Un humor entre el absurdo y el negro. La trama, como tal, podría desarrollarse en trescientas páginas o menos. Es un libro para quien busque el placer de la lectura. Entre los reconocimientos o cuatro novelas de páginas ¿qué elegir? Depende del temperamento lector. Si se va deprisa, no se termina, es una lectura para fondistas. Los Reconocimientos es una novela que muy pocos podrían escribir, pero también creo que es una novela que muy pocos querrían haber escrito. Le pongó un siete porque JR me gustó más.

Escrita hace 9 años · 5 puntos con 2 votos · @Volsung le ha puesto un 7 ·

Comentarios

@Tharl hace 9 años

Pues vaya, Volsung, no sé qué pensar. Gaddis es uno de los principales descubrimientos editoriales del momento. Todos dicen maravillas, así que son de agradecer comentarios ponderados como el tuyo.

A mí los novelones de tantas páginas me dan miedo. ¿La buena literatura no es decir más con menos? ¿Son necesarias tantas páginas? Lo son, claro, si se mete tanta cultura, erudición, filosofía y estética. Tantas, tantas ideas. Símbolos, alegorías, citas, etc. Eso o se hace muy bien, como Thomas Mann, o resulta muy pedante e insufrible. Y pesado siempre, te llames como te llames. Aun cuando se hace bien, me da miedo. Es tanta la sesuda densidad de la novela y exige tanta erudición… que a los lectores menos cultos nos asusta. Otra cosa es cuando sólo te exigen esfuerzo de lectura.

Por otro lado, ¿no confundimos la novela con otros géneros? Me gustan los personajes y las tramas sencillas porque suelen ser las más complejas de comprender. Ya será el lector el que emplee herramientas culturales –crítica de arte, historia de las regiones, filosofía, etc.- para profundizar más en la obra o no.

De verdad, 1376 páginas para cultivados… ¡qué pereza!

@Faulkneriano hace 8 años

Buena reseña, Volsung. Analizas muy atinadamente los principales temas del libro.

"Los Reconocimientos es una novela que muy pocos podrían escribir, pero también creo que es una novela que muy pocos querrían haber escrito". O muy pocos querrían leer, si nos ponemos así.

@Volsung hace 8 años

Bien Faulkneriano, ese comentario lo puse porque a mí éste libro me despierta admiración. Verdaderamente me parece increíblemente difícil de escribir así. . Por eso también he puesto que es un libro para quien busque el placer de la lectura.

Aunque a ratos me ha aburrido, he disfrutado también leyendo. Y en serio, hay capítulos muy muy buenos, alguno divertido, otro conmovedor, otro directamente desconcertante, pero inspirador, etc.

Tharl, yo he leído una edición de los ochenta de 1100 páginas. Un tocho, desde luego, pero hay una diferencia a tener en cuenta. Supongo que en la nueva edición los márgenes son más generesos y la letra está más grande (no la he visto), para facilitar su lectura. Nunca recomendaría éste libro como primera lectura de Gaddis. No, no, sería una putada para tan buen escritor. Creo que mejor cualquier otra primero y si gustan, como me pasó a mí con JR, a por él. Porque no se puedde negar, es un libro excepcional.

@Faulkneriano hace 8 años

Anda, yo también he leído la misma edición, Volsung, de Alfaguara, creo, la única disponible hasta su reedición del año pasado (que, por cierto, me han regalado hace poco, poniéndome en el disparadero de volver a leer la novela; estoy tomando un poco de aliento...)

@Volsung hace 8 años

Pues ánimo con la nueva edición! Los reconocimientos es de esos libros que bien merecen una relectura, hay tanto, tanto tanto... A fin de cuentas, es la comedia que no fue. No fue porque los críticos le colgaron el san benito de que era demasiado culta y pretenciosa y esas cosas tan feas, un poco lo mismo que he hecho yo... Pero lo cierto es que el quería sacar una comedia. Es el espíritu con el que hay que leerlo, como libro de humor, disfrutando capítulo a capítulo las confusiones, las ironías, etc.

@Faulkneriano hace 8 años

Mi recuerdo de esta novela no es precisamente cómico, aunque entiendo lo que quieres decir: la obra está llena de absurdidades, sinsentidos y algunos giros extremados de la trama que pueden anticipar el desvarío perpetuo de JR. Aunque, en lo esencial, es obra grave y, como bien, dices, debe leerse con reposo.

@Faulkneriano hace 5 años

Estoy en plena relectura, camino de... la mitad. El capítulo de anoche (seguro que es ese " muy potente en una iglesia decimonónica de la Nueva Inglaterra" con "curas derrapando por la suave campiña del Este" me ha puesto, por enésima vez, a prueba, pero sigue mereciendo muy mucho la pena.

@Faulkneriano hace 5 años

Terminada. En una segunda lectura se aprende más pero se ven las costuras. Le he quitado un punto, pero me sigue gustando mucho. La España que aparece es inenarrable.