VIAJE AL CENTRO DEL LABERINTO por arspr

Portada de LA CASA DE HOJAS

Lo primero de todo para aquellos que hayan visto la pinta del libro y se hayan asustado: perded el miedo y leedlo sin más contemplaciones, es mucho más convencional que lo que parece. Vamos, que si os habéis leído La Broma Infinita o simplemente el batiburrillo de Pedro Páramo, este libro es mucho más sencillo. (Salvo en los irrelevantes detalles, más al final sobre esto).

La Casa de Hojas es ante todo una muy bien lograda metáfora sobre los demonios interiores que son (¿siempre?) muchísimo más aterradores que cualquier evento externo. Y así lo más fácil es que el monstruo nos aceche desde debajo de esa cama tan acogedora y protectora (como que es nuestra)... justo donde y cuando pensábamos que teníamos la salvación. En nuestro interior, en nuestro círculo, en nuestra intimidad, lo que tenemos es una mezcla a la vez de peligro (recordad que los demonios siempre son internos) y de esperanza, pues solo comprendiendo, asumiendo y posiblemente ventilando con nuestros más allegados a nuestro coco particular, podremos salir, si no indemnes, al menos sí vivos (y medianamente cuerdos) del intento...

Y esto es en resumen La Casa de Hojas. Planteamiento que se ve venir casi casi desde el inicio y su introducción. Y es que la Casa de Hojas (de Danielewski) es una novela que adopta la forma de un ensayo igualmente llamado Casa de Hojas escrito por Zampanò y comentado adicionalmente por Johnny Truant. Y esa Casa de Hojas (de Zampanò) relata básicamente el contenido de un documental denominado El Expediente Navidson en el cual Will Navidson, un afamado reportero gráfico de guerra y otros conflictos humanos, comienza a narrar su asentamiento en una nueva casa en Ash Tree Lane junto a su mujer Karen y sus hijos Chad y Daisy, después de que Karen básicamente le haya dado un ultimátum: o se olvida de su carrera trotamundos y se rejala con ellos de una vez por todas, o adiós a la relación. Pero pronto todo empieza a torcerse porque la casa empieza a mostrar curiosas propiedades en que su interior es mucho más grande que su exterior y se empeña en no estar quieta...

Y mientras Zampanò narra en ese "falso" ensayo, de manera muy "sesuda", todas las implicaciones de cada acto, todas las interpretaciones que a cada hecho los múltiples expertos mundiales han dado, todo con profusas notas a pie como todo buen "tocho" pseudocientífico que se precie de ser algo, (notáis cierta sátira, ¿verdad?), Johnny Truant re-comenta el ensayo con valoraciones personales y sobre todo volcando sus neuras y psicosis que poco a poco la propia lectura, organización y preparación para la edición del ensayo de Zampanò le van produciendo...

Pero lo verdaderamente interesante es ese adjetivo que he dejado en el párrafo anterior: "falso". Por supuesto que ni la Casa de Hojas (de Zampanò) ni El Expediente Navidson existen en realidad, (o sí si creeis que Elvis tampoco ha muerto, pero eso sería otra historia), pero lo importante es que ni siquiera existen en el mundo de la Casa de Hojas (de Zampanò). Es decir, desde la introducción a dicha Casa de Hojas, Johnny Truant nos dice que no ha conseguido encontrar ninguna referencia real a Navidson, ni a la mitad de la bibliografía que Zampanò menciona... Es decir que Zampanò se ha "inventado" todo el ensayo sobre el documental con además un agravante adicional: Zampanò era ciego..., y el ensayo está repleto de referencias visuales.

Por eso decía que el libro no esconde ni siquiera desde su instante inicial su intención alegórica fundamental. Lo que nos cuenta es evidentemente falso, (incluso dentro del propio libro), pues su moraleja y enseñanzas son en sí lo que importa. Y es cierto que igual que la Casa de Hojas (de Zampanò) consigue catalizar todos los demonios internos de Johnny (para bien y para mal), es igualmente cierto que La Casa de Hojas (de Danielewski), ha conseguido en muchos momentos tocar más de alguna fibra sensible mía.

No puedo dejar pasar esta reseña sin mencionar el tema de su formato, ni de sus trampas. La verdad es que a mí me han gustado, me han parecido aceptables, pero tampoco puedo decir que me hayan fascinado. Simplemente es un punto más. Danielewski juega a transmitir sensaciones con la edición además de con el texto en sí, y es cierto que lo logra. Un capítulo laberíntico (para los personajes del libro), recibe igualmente la organización enfollonada que todos habréis visto en fotos sobre el libro (u hojeándolo en la tienda/biblioteca). Y en ciertos momentos de soledad, de pérdida, de vacío, pues os encontraréis eso, páginas vacías. E igualmente, leer las cartas de una persona con enfermedad mental (la madre de Johnny) puede resultar en sí muy impactante, pero si a la vez retuerces la imprenta pues efectivamente resultan más "convincentes".

Ahora bien, ¿era estrictamente necesario emplear estos trucos de artificio? Pues no, simplemente adornan sin que afortunadamente se hagan cargantes, pero supongo que el libro habría seguido siendo sensiblemente similar con una edición convencional. Aunque en todo caso hay que agradecer a Danielewski que, en realidad, su dosis de retorcimiento está bastante bien medida (aunque supongo que sobre esto habrá gustos para todos los colores).

No obstante me dejo para el final el tema de "las trampas y acertijos". En cierta manera me ha pasado lo mismo que con La Broma Infinita. Es decir, la "macro-historia", la alegoría y metáfora que tanto La Casa de Hojas (de Zampanò) como las anotaciones de Johnny Truant nos muestran, son una lectura, como decía, convencional y sin demasiada complejidad, a la vez que bastante interesante. Dudo mucho que nadie se pierda con ellas. Pero al igual que Foster Walace se empeñaba en esconder la "micro-historia" que ligaba a todos los personajes de La Broma Infinita, Danielewski hace otro tanto con sus personajes, en un sudoku incompleto e inconexo de mensajes secretos codificados, erratas falsas, y potenciales vínculos sugeridos que dudo mucho que nadie aprecie en una lectura normal del libro. Sí, en internet encontraréis veinte "códigos" y elucubraciones y, sí, si sois muy frikis y os obsesionáis en el análisis de detallitos, pues puede que paséis a formar parte de los descubridores de frases escondidas... Pero, ¿alguien me puede explicar para qué? Es que de verdad, si TODO es falso, ¿que más me da que al final resulte que Zampanò es el hermano bastardo de la cuñada del padre de la madre de Johnny Truant y Navidson su primo por parte de la primera mujer divorciada del abuelo? Sobre todo cuando desde el principio TODOS tenemos claro que lo importante es la alegoría en sí, no los personajes y hechos concretos de la misma. Vamos que toda esta tontería de códigos secretos y jueguecitos de espías de todo-a-cien, me parece como muy infantiloide...

Pero insisto, no quiero que este último párrafo os desanime a leer el libro. (Insisto en que es irrelevante). Ni tampoco su prosa algunas veces un poco simplona, (vamos que Danielewski no es Foster Walace). Considero que es un muy buen libro y tiene momentos verdaderamente acertados y muchas veces escondidos, como por ejemplo esta libre traducción (por arspr) de una cita "falsa" recopilada por Zampanò e incluida en el Apéndice 1:

"¿Quién no ha matado nunca una hora? No por casualidad o sin pensarlo, sino de manera cuidadosamente planificada: un premeditado asesinato de minutos. La violencia viene de una combinación de abandonar, de no preocuparse, y una resignación cuya superación con el tiempo es lo único que puedes esperar conseguir. Así pues matas a la hora. No trabajas, no lees, ni tienes ensoñaciones. Y cuando al final ha pasado, no hay evidencia: no hay arma, ni sangre, ni cuerpo. La única pista podría estar en la sombra bajo tus ojos o en una línea terriblemente fina en la comisura de tus labios indicando que algo ha sufrido, que en la privacidad de tu vida has perdido algo y la pérdida es demasiado vacua para ni siquiera compartirla con los demás."

(Vaya tomo de reseña que me he marcado... Espero que no os hayáis dormido en el tercer párrafo).

Escrita hace 9 años · 4.8 puntos con 4 votos · @arspr le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@_567_ hace 9 años

¡Que me lías, Zampanó! Esta es la cuarta o quinta reseña que leo sobre este libro así que creo que tengo una base para adentrarme en la casa cuando se tercie (¡no voy a aforar los treintaypico leuros, sorry!), además en la espada ya pude hacerme una idea del estilo enredadera de Danielewsky (¡el rollo infantiloide de su narración!); no es que tenga nada en contra de la literatura modernista, al contrario me encanta gente como Cartarescu, pero me joden los autores que apuntan maneras-maderas y luego te enredan en su vagancia para desarrollar su obra (por ejemplo el fragmento arspr que incluyes seduce, también encuentras alguno en la espada, pero después se difumina en el ritmo narrativo y ese es el miedo que me da este libro…). En fin, que ya contaré si me da por leerlo aunque no lo tengo del todo claro por aquello de si acaba marchitándose la flor del día en cuanto a la novedad.

Saludos y dale duro a la rubia pero con suavidad, que estoy hablando de cervecitas fresquitas, eh? ;-)

@Faulkneriano hace 9 años

Otra reseña curiosa sobre una obra no menos curiosa. Ya van unas cuantas. ¿Literatura ergódica?

Y no, no me he dormido, arspr: estaba demasiado intrigado leyendo.

@Faulkneriano hace 8 años

Por cierto, la tengo en mi mesita baja de lecturas y estoy, por decirlo de forma suave, un poco acojonado.

@arspr hace 8 años

Pues ni de coña merece que te asustes...

Viendo el nivelón que te sueles marcar en tus lecturas, predigo que casi, casi te va a defraudar... por simplón...

Insisto que es una novela muchísimo más convencional de lo que toda su "fama" le adjudica...

@Faulkneriano hace 8 años

Anoche estuve en el pasaje desatado de la expedición número cuatro y mi mujer se partía de risa viéndome hablar solo, darle vueltas al libro y levantarme para buscar un espejo.

Lo que me mosquea es que le guste a Stephen King...

@Faulkneriano hace 8 años

Ya la acabé. ¿Y ahora qué? Hacía tiempo que no me sentía más confuso a la hora de valorar una obra.

Voy a hacer una cosa: leerme la siguiente novela de Danielevski y luego considero ésta.

@arspr hace 8 años

Ahora nos explicas la confusión...

Pero creo que como alguien me dijo a mí en alguna reseña, me atrevo a resumir tu experiencia como que te ha gustado... pero por los pelos... Vamos lo que viene siendo un 6 pelao...

@Faulkneriano hace 8 años

Pues eso: un seis... El pelao, que yo sepa, es el cinco.

Comparar a Danielevski con David Foster Wallace es, cuando menos, aventurado.

La espada de los cincuenta años es una tontería. Comparada con esa, La casa de hojas parece una obra maestra (cosa que, desde luego, no es)

@arspr hace 8 años

Je, je, je.

Evidentemente las votaciones son muy personales. Para mí un aprobado "pelao" (es decir, no me ha gustado el libro, pero tampoco me ha disgustado) es un 5. Un 6 es un me ha gustado (pero "pelao").

Lo de Foster Walace era porque comparaba con la Broma Infinita en cuanto a qué parte de la novela se explica y qué se deja oculto (y enterrado con mala fe además)... No es que sea yo muy entendido, pero evidentemente incluso a mí me resulta obvio que en cuanto a nivel de escritor, pues no hay comparación como igualmente decía en la reseña.

Aunque curiosamente revisando notas, veo que a la Broma Infinita la voté con un 7 y a esta con un 8. Claramente, esta novela se me hizo mucho más diáfana clara y llevadera, (al final de la misma), que la Broma Infinita. En la cual recuerdo que hubo un momento en que tuve claro que me había perdido, (en lo que yo llamo la microhistoria), y que lo que me quedaba no era más que repeticiones sobre el mismo tema, (en la macrohistoria), que ya poco me aportaban.

Esta novela es notablemente más lineal (y sencilla).