ME GUSTÓ LA LETRA PERO NO ACABÓ DE LLEGARME LA MÚSICA por Guille

Portada de JERNIGAN

Jernigan, el libro y el personaje, está en la línea del Bob Locum de Joseph Heller en Algo ha pasado (y a quien se hace un guiño en la novela) o del Sammy Samuels de James Kelman en Es tarde, muy tarde, personajes de los que me gusta leer, de esos perdedores sarcásticos y auténticos capullos de los que, a pesar de unas cuantas razones objetivas para su derrumbamiento, te preguntas, y no consigues darte una respuesta definitiva, si hubiera sido otro el desenlace de haberse desarrollado todo de otra manera; un representante de esa clase media a la que se deja de pertenecer para no encajar en ningún otro sitio; alguien que quiere hacer las cosas bien pero que no consigue más que estropearlo todo, que destruye su vida perjudicando seriamente la de los demás, que sabe lo que no se debe hacer y sin embargo lo hace y estar permanentemente borracho es una de ellas; alguien que es todavía capaz de darse cuenta de lo inapropiado, de lo cruel que son a veces sus pensamientos, sus sentimientos y que solo dispone de la ironía como defensa. Como digo, todo esto me encanta leerlo y en este libro se lee de forma fácil y ágil, pero el tono, la forma, la música no acabó de llegarme hasta alcanzar sus últimas páginas, al menos no como la música de esas otras novelas que he mencionado.

Por ello, como el problema es claramente del receptor y no del emisor, no quiero que el comentario desanime a nadie a su lectura, porque el libro la merece: excelentes diálogos, reflexiones interesantes; no tengo peros al retrato que hace de los personajes y de sus vidas, todos y todas atractivos… simplemente es eso, ha logrado interesarme pero no emocionarme.

Escrita hace 9 años · 5 puntos con 1 voto · @Guille le ha puesto un 7 ·

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