LOS PATITOS FEOS TAMBIÉN BESAN por Shorby

Portada de LOS PATITOS FEOS TAMBIÉN BESAN

El chick-lit es un género que me gusta mucho, aunque sean novelas un tanto previsibles, pero siempre son la mar de entretenidas y bastante divertidas.
La que traigo hoy es de las que o gusta o bien horroriza, pero no por el género que toca, sino por el argumento: una de superficiales.
Así pues, al lío.

Jemima Jones es una chica joven, bastante regordeta, inteligente y simpaticuela. Sus compañeras y jefa –¡sorpresa!- son Barbies y Bratz, todas ellas… y cómo no, mononeuronales la gran mayoría.
Está secretamente enamorada de su compañero Ben, ambos son muy amigos y él es un encanto, además está tremendo pero no va de tremendo (no sé si me explico), cosa que le hace todavía más apetecible.
Jemina chatea de vez en cuando (detalle a tener en cuenta es que el libro es de los 90, en pleno boom del IRC de entonces), hasta que un día conoce a Brad, se intercambian correos electrónicos y -¡vaya!- se acaban gustando. Cuando deciden mandarse una foto, resulta que él es un bombonazo… así que ella le envía una suya. Retocada. Mucho.
Como era de esperar, Brad quiere que se conozcan en persona, pues le parece una mujer maravillosa. Es así como Wonder Woman Jemima se mete de cabeza en una espiral de dudas: le olvida o se pone las pilas (que ya va siendo hora) y hace un poquito de operación bikini.

Pues bien, aquí tenemos el, como decía al principio, argumento megasuperficial por el que mucha gente se ha sentido indignada y demás (he leído opiniones de todo tipo y la mayoría lo ponen a caldo). Personalmente, me lo tomo como una historia de ficción y punto, una comedia romántica, ligeramente predecible… pero con un giro final que sin embargo no me esperaba en absoluto. ¡Me encantó!

Escrita de forma bastante sencilla, la novela se lee muy rápido, engancha desde el principio y quieres saber más a cada página. El ritmo es bueno, no decae en ningún momento, además tiene escenas realmente graciosas.
Los personajes, muy bien perfilados, “hechos” para ser odiados en su mayoría, ya que como digo, la trama gira más bien en torno a la superficialidad de la gente, una especie de crítica social, quizá.

El chick-lit es uno de los géneros que me gusta leer cuando necesito algo ligero, no me apetece pensar demasiado en tramas enrevesadas o simplemente no quiero ponerme con cosas muy serias. Y siempre, siempre da resultado.

Lo dicho, para los que esperan novelas profundas, de cabeza a por La Odisea.

Escrita hace 9 años · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 7 ·

Comentarios