TV OR NOT TV por _567_

Portada de UNA INVESTIGACIÓN FILOSÓFICA

Cuando uno topa con una novela de estas características, guiándose tan sólo de su enfermiza intuición y desconociendo todo lo referente a su autor más allá de un nombre asociado a un recuerdo de hace unos años cuando tomando una pinta de guinness en un pub de Edimburgo pude apreciar una fotografía enmarcada en blanco y negro tras la barra en la que se parapetaba la inasequible camarera pelirroja -cerca de los recambios de las plumillas para los dardos, al abrigo de los buenos caldos escoceses- cuyo pié rezaba: Philip Kerr – Writer – Edinburgh (1956); puede que el tipo naciera cerca de allí y hasta es posible que hubiera ingerido algún que otro zumo de cebada ocupando la misma banqueta en la que en ese momento me sentaba yo, recuerdo que pensé, podría someterme a una sesión de hipnosis y recordar que en su mirada profunda, su pose serena, creí discernir la estela que deja el poso del talento por descubrir: algún día leeré algo tuyo, amigo. Cuando uno paga la deuda prometida a su lejana memoria, se siente mejor consigo mismo, descansa, y es justo entonces cuando aprecia en toda su vasta extensión la aventura de aprender leyendo a quién has descubierto de cualquier manera… viajando, perdiendo países en este caso, ganando grandes momentos de buena literatura.

Una novela negra de impecable construcción narrativa, tan rica en matices concernientes al ser humano como fascinante es el retrato que hace de la moderna sociedad en la que transcurre, a la que, por cierto, también le sentaría de maravilla la etiqueta de ciencia ficción (aquí es importante resaltar que la obra se publicó en 1992 pero se localiza en el Londres de 2013: atentos, entre otras cosas, a la confederación europea existente en el plano político, el impresionante programa Lombroso para NVM-Negativos –no os asustéis por las siglas que es muy fácil de entender-, o la invención del coma punitivo de ese futuro mañana como castigo sustitutivo de las cárceles de ayer y de hoy)… pero también podría leerse como un tratado filosófico llevado al extremo de la ‘psicopatía delirante’ firmado por cualquiera de los grandes pensadores o filósofos de la Historia de la humanidad que se hubiera atrevido a crear una ficción literaria de alto voltaje y bajas pasiones con sus propios semejantes. Soberbia recreación de personajes, todos ellos desde los principales a los secundarios, con mención especial para la inspectora jefe de homicidios Jake Jakowicz (narrada en 3ª persona de forma muy pero que muy singular) y un sujeto al que vamos a llamar de momento Ludwig Wittgenstein (que se dirige al lector en 1ª persona para que así sintamos su envolvente aliento de cerca, muy de cerca), el asombroso retrato que Kerr consigue componer de ambas personalidades, tan lejos tan cerca, así como el clímax de su inevitable encuentro, me ha parecido antológico; sin duda hará las delicias de los amantes de este género en particular. Y además, como bono argumental, encontraremos el regalito sorpresa, rollo Guest Stars, que supone toparnos con otros personajes como Shakespeare, Dickens, Sócrates, Byron o Darwin, entre otros, pululando por las calles de ese futuro, ahora rabiosamente actual, Londres 2013. ¿Cómo es posible embarcarse en este viaje en el tiempo?, Kerr tiene la respuesta.

Cuando uno avanza a través de las páginas que componen el sumarísimo dossier de esta investigación filosófica, casi 400 sumamente entretenidas, y poco a poco se va acercando al desenlace de una epopeya con semejantes connotaciones adictivas, tan bien escrita insisto una vez más, reza para que el tipo del cuadro de la barra del pub escocés sea capaz de cerrar la cuadratura de su círculo vicioso con un final digno de todo su trabajo precedente: Kerr consigue dar en la diana de los cierres inolvidables y si no te lo crees, ponte en su línea de tiro… y revienta su pluma. Suena la campana, ya no hay más rondas, quizá la última si andas cerca del grifo negro de espuma blanca y eres capaz de fundirte con los colores de la fotografía. Afuera, espera la noche… y esa lluvia intermitente que no cesa jamás. Muy Recomendable.-

Escrita hace 10 años · 5 puntos con 6 votos · @_567_ no lo ha votado ·

Comentarios

@FAUSTO hace 10 años

Muy interesante tu descripción de la novela, Krust. Atractivo el argumento y original esa mezcla con ciencia-ficción; mi única experiencia con esta “aleación” de estilos, “Lágrimas en la lluvia”, fue bastante gratificante. Como ya he dicho en otras ocasiones, el género negro es donde más frecuentemente se pueden encontrar pequeños e inesperados tesoros literarios.

Conocía este autor con alguna que otra buena opinión de sus libros, especialmente recuerdo unas excelentes críticas de “Violetas de marzo” y su policía Gunther. Dentro de los numerosos autores (clásicos y modernos) de este género que tengo en mente, unos para seguir con su obra y otros por descubrir, espero sacar algún hueco para el escritor escocés; ya decidiré si comenzar con este libro o con su “Trilogía berlinesa”.

@_567_ hace 10 años

Sí, Fausto, el argumento incita a su lectura, recuerdo que en la contraportada de la novela un crítico dice: “Es como si Borges hubiera escrito Blade Runner”, toda una sentencia sin duda. Kerr no me parece tan críptico como Borges, de hecho la novela es ante todo muy entretenida y el escocés sabe inmiscuirse en un tema tan profundo como es la Filosofía de una manera muy entendible para las mentes menos metafísicas… o no. Suscribo esa reflexión tuya sobre los arcanos tesoros escondidos en la novela negra.
“Violetas de marzo” tiene muy buena pinta, sí le aplica el Noir a Berlín tan bien como a Londres seguro que es buena la saga… al menos de inicio, yo también me la anoto en la recámara, aunque seguiré con “El infierno digital” que fue uno de los 3 libros que pillé ayer en la biblioteca. Saludos.-

@arspr hace 10 años

Bueno Krust, otro libro leído gracias a tí (o por tu culpa ;-) ) y otro acierto aunque en este caso soy un punto menos favorable al libro que tú.

Y es que fundamentalmente la historia detectivesca principal, (no la secundaria), depende demasiado de un cúmulo de casualidades rocambolescas que mi cerebro "lógico" (como el del tarao del libro, me lo voy a tener que hacer mirar) se niega a tragar. Además algunos lugares comunes son demasiado trillados, como por ejemplo el claro de Jake respecto a su evolución psicológica desde el odio "innato" hasta casi casi la comprensión. (Por cierto muy adecuada la reflexión sobre los tabúes y el Holocausto, y otra que aún más desapercibida pero que me suele rondar la cocorota muchas veces, sobre como a todos nos gustaría que los "malos", y da igual lo malo-malos que sean, tuviesen rabo y cuernos, pero absolutamente en un 99% de las veces son exactamente iguales que el que te mira desde el espejo).

No sé, no sé, el desenlace de acción (y el giro de la trama de inducción de xxx a la vez que el tío ya pensaba en xxx), son un poco forzados.

Y también por otro lado alguna de las conversaciones filosóficas son un poco de cartón piedra, (a mi entender no me han gustado nada las partes de Jake con su asesor).

Pero en cualquier caso un libro muy recomendable, también curioso por análisis de su paleo-futurismo (en dos días además, ¡qué rápido va el mundo...!) y sobre todo y por encima de todo, coincido contigo, Krust, por el TV or not TV. Porque a nivel personal lo que más me toca la tecla no es el punto estresante del coma punitivo o el desfase total de la telebasura, (que básicamente es toda), sino que ya ni siquiera nos choque, que este libro nos parezca, sin demasiados chirridos, no una historia de ciencia ficción situada en una galaxia muy, muy lejana, sino, a la que te descuides, lo que te esperas ver en el próximo telediario... (Por eso, en "El juego de los niños", hablaba de Inocencia perdida...)

Si no te lo has leído ya puedes ir a por "Clara y La Penumbra", que en mi opinión, igualmente falla algo en lo detectivesco, pero asusta, (al menos a mí), precisamente por eso, porque no me ha asustado...

@_567_ hace 10 años

… Es que un exceso de pensamiento lógico nos puede costar malas pasadas: un día cualquiera te levantas dispuesto a comerte el mundo a bocados de felicidad y (muy buena esa asociación que comentas sobre el espejo) de repente, cuando te enfrentas contigo mismo, te miras en el interior, te das cuenta de que alguien o algo (la sociedad idiotizada por la TV mismamente) te ha manipulado los sentidos de tal manera que te ha convertido en un monstruo dispuesto a devorar la sucia –ajena- realidad. No tú, todos deberíamos hacérnoslo mirar ya que, nos guste o no, somos asesinos en potencia a la espera de que alguien nos deje abierta la espita de la mala hostia (recuerda ese intrascendente encuentro de Jake con un mendigo en un puente sobre el Támesis…); Wittgenstein posee una lógica extremadamente seductora, sí, pero como ser humano que es tiene imperfecciones…

No estoy de acuerdo contigo en lo de las ‘casualidades rocambolescas’ ya que, si no recuerdo mal, el Programa Lombroso apenas deja resquicios para casualidades… aunque sí para causalidades. Recuerda que en esa lista sólo figura gente que camina con el estigma del NVM Negativo a cuestas. Y repito que cualquiera de nosotros está expuesto a figurar en esa lista. El desenlace tampoco lo veo forzado, es más me parecía inevitable ese encuentro entre Jake y Wittgenstein, y como lectores no me negarás que estas deseando que se produzca…

También me parece muy interesante lo que dices sobre el paleofuturismo, y es que en tan sólo dos días ocurren muchísimas cosas porque el tiempo corre muy rápido en la actualidad (piensa que es una novela del 92 aunque la trama se desarrolle en 2013, me parece muy importante este dato como creo que ya puse en la reseña…). ‘Clara y la penumbra’ también me parece una gran novela, y es que esta es la clase de ciencia ficción que más me gusta, es decir la ‘visionaria’, la que se adelanta a los tiempos sin necesidad de perderse en galaxias lejanas, la ‘realista’ con conocimiento de causa sobre la evolución del ser humano, la que hace que investigues filosóficamente contigo mismo al respecto de lo que te cuentan…

Bueno, que me alegro que te haya gustado. Es un libro que permanece en la memoria, tan sólo ese detalle ya lo hace muy recomendable. Salutti!

@arspr hace 10 años

FULL SPOILER. Saltaos este comentario si no os habéis leído el libro.

Lo de las casualidades y forzado del final:

+ Wittgestein asesino, es en todo equivalente a Wittgestein real. Parecido físico, ascendencia racial, trabajo con temas sanitarios, trabajar de hecho en el MISMO hospital,... Y además su nombre se le ha asignado por sorteo, no es que el tío estuviera obsesionado per se y lo hubiera escogido él en base a su obsesión y coincidencia previa. Demasiado ¿no? Mejor que hubiese jugado a la re-primitiva mundial-de-la-leche que seguro que la probabilidad de acertar es muchísimo mayor...

+A esto hay que sumarle que, a saber por qué razón, el tío se empeña en usar más la página de su hospital en la guía de Londres que maneja. ¿Es que no se sabe el camino al curro? Ya puestos podía haber mirado más la de su casa, es lo que yo hago porque como soy desmemoriado no me acuerdo de dónde vivo de un día para otro...

+ Precisamente, esas casualidades, y solo esas, son las que posibilitan, a Jake llegar a Wittgestein en el momento justo. Si no, Jake le habría localizado tras el (abortado) análisis de ADN y por entonces ya habría estado muerto hacía mucho tiempo ya.

Y en cuanto a lo del desenlace forzado, qué casualidad, (aparte de todo lo anterior), que el tío empiece a "deprimirse" y valorar el suicidio justo cuando a la pasma se le ocurre dicha solución tangencial...

Vamos no soy experto en novela policiaca pero no me parece ni con mucho que esto sea medianamente catalogable como la leche merengada del género...

@_567_ hace 10 años

No creo que sea SPOILER, la historia tiene muchas sub-tramas en las que perderse filosofando…
A mí es que el personaje de Jake me gustó mucho, es una tía muy dura pero extremadamente sensible, y eso me hace intentar ponerme en la piel de Wittgenstein (al que efectivamente le tocó en suerte el ‘nombre’ –es como los nombres y apellidos reales o cibernéticos, ¿los escoges tú o te los impone el cristo redentor?; tampoco sé quién fue Wittgentein pero seguro que fue alguien…- le podía haber tocado perfectamente otro alias ‘más conocido’ pero esa fue la elección de Kerr) para intentar acercarme a ella.

Puede que, en el fondo, la Srta. Jakowicz o yo mismo seamos unas personas demasiado buenas para entender realmente el sentido de esta broma macabra que es la vida... pero no lo creo.-

@_567_ hace 9 años

Fausto, la serie de Bernie Gunther es una tetralogía, aunque es cierto que RBA ha publicado las tres primeras en la llamada “Trilogía berlinesa”. Me ha gustado mucho “Violetas de marzo”, lástima de ese desenlace tan precipitado (a ver si alguien opina al respecto) y es que en este caso en particular en mi opinión a esa novela le faltan como mínimo otras 100 páginas para desarrollar un final que me ha parecido algo precipitado… pero salvo esa ‘leve apreciación’ con Bernie he descubierto todo un filón de qualité suprema en la novela negra, ¡grandioso detective privado y tremenda la ambientación de Berlín 1936!… tanto que ya me veo enganchado a la serie, yo que no soy de sagas ya ves…

@FAUSTO hace 9 años

Desde luego despista la denominación de “Trilogía berlinesa”. En cualquier caso, ya sea trilogía o tetralogía, el personaje ya dado para 9 libros. Supongo que será conveniente leerlos de forma cronológica (al menos los 4 primeros), algo parecido a las novelas protagonizadas por Wallander que, si bien se pueden leer de forma independiente, siempre hay alusiones a su pasado y casos anteriores.
Tus comentarios están haciendo que me pique aún más la curiosidad…

@Guille hace 9 años

Esta vez solo discrepo de Krust y estoy más de acuerdo con arspr: demasiadas casualidades y soluciones demasiado forzadas para que me convenza.

@FAUSTO hace 8 años

Pues sí, hay que reconocer que hay demasiadas casualidades en relación con el asesino y el final es forzado, muy “peliculero”. No obstante, he quedado muy satisfecho con la novela: un argumento intrigante, buenos diálogos (me gustaron bastante las charlas filosóficas y éticas), una atmósfera negra bien conseguida y un estilo narrativo notable. Ha sido una buena piedra de toque para iniciarse con este autor, o eso espero.