ENTUSIASMADO ME HA por Guille

Portada de SECRETOS A VOCES

Hace poco comentaban el libro de relatos de Richard Russo, La hija de la puta, y apuntaba que eran como trocitos de vida, relatos que se centraban totalmente en algún momento concreto en el que un personaje descubría algo importante de su existencia. Los cuentos que reúne Munro en este libro son de un tipo muy distinto: en ellos nos narra vidas enteras. Pero al igual que en aquel, también aquí los protagonistas, las protagonistas, son gente sencilla, mujeres sin historias apasionantes, vidas que son abarcables en 30 o 40 páginas y en las que de pronto una lupa se acerca para mostrarnos con más detalle -gran cazadora de detalles esta Munro-, algunos momentos críticos de esa vida, siempre pocos.

Varias son las razones de mi entusiasmo y de las ganas de recomendársela a todo el mundo: la sencillez con la que describe la complejidad de relaciones, de esos mundos interiores de sus protagonistas, casi siempre mucho menos inocentes de lo que aparentan (el relato que da título al libro es un claro ejemplo); la brillantez de los personajes secundarios que enmarcan y resaltan la historia principal; los caminos que se abren en cada relato y que te convierten en interesado copartícipe y, en ocasiones, turbado copartícipe del relato; las brillantes y sugerentes imágenes que nos presenta (me viene ahora a la mente la imagen de esa mujer caminando sola hacia su boda y esas amigas que la esperan y que lo primero que observan es su mano desnuda sosteniendo el ramo); ese giro en las historias en el último o penúltimo momento; y, finalmente, esa sensación de verdad que consigue transmitir en todas ellas.

P.D. Por cierto, choca que sea una mujer la que escribe estos cuentos en los que en la mayor parte de ellos nos topamos con eso que a las mujeres les gusta negar como si fuera una leyenda urbana urdida por los hombres y que a muchos nos parece que es un secreto a voces y que no es otra cosa que eso que en palabras de la propia autora es que "el bruto le hace tilín a la mujer y adiós muy buenas al chico educado y maravilloso".

Escrita hace 10 años · 5 puntos con 3 votos · @Guille le ha puesto un 9 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 10 años

Buena reseña, Guille. Como decía Mies van der Rohe, Dios está en los detalles. Eso lo podía suscribir cualquier escritor comme il faut.

Me ha hecho gracia lo del bruto y el chico educado, quizá porque me haga recordar los tiempos en que tenía flequillo. Te aconsejo que no te metas mucho en el tema "literatura escrita por mujeres", que es un terreno pantanoso.

Tomado nota he.

@Guille hace 10 años

Flequillo educado y maravilloso o del otro?

No pretendo meterme en tal jardín, no; es que eso a lo que me refiero y que se da con mucha frecuencia en estos cuentos, es algo que en general las mujeres niegan rotundamente. Por eso me ha chocado.

@Poverello hace 10 años

Pues como dije en su momento al César lo que es del César. Si no me entusiasmó la novela los cuentos son otra cosa más que distinta.

Recuerdo a Krust comentando la densidad y profundidad de la escritura de Munro, algo que no veía excesivamente en la novela, tal vez en virtud de esa primera impresión de sencillez narrativa de la que habla Guille en su reseña, de que fueran los relativos orígenes de la autora o de que no necesitara la compresión en una obra más dilatada, pero que ciertamente en sus relatos son tremendas.

Un ejemplo de la minuciosidad de Munro es el relato denominado La virgen albanesa y que me llamó tantísimo la atención en estructura que busqué información y encontré esto, que habla bien a las claras de que esta mujer no deja nada a la improvisación: ni los tiempos verbales -como sucede en algún que otro cuento-.

com.

De acuerdo pues con todo lo que escribes en tu reseña, excepto lo del chico bruto y el chico educado, que no veo por ningún lado, sino al contrario. Veo a las mujeres como seres en busca de independencia, de libertad, de sueños... y en los relatos en los que alguna de las protagonistas hace de ese principio si arma es más bien una crítica o incluso una búsqueda de un valor mayor. Justo en el último relato al que haces mención, "Vándalos", en el que sale el texto que trascribes, al final, de la protagonista que hace de ello eco se dice textualmente:

"Bea podía propagar una sensación de seguridad, cuando quería. Y sin duda quería. Lo único que necesita es transformarse en una clase de mujer distinta, dura y rápida, objetiva, de las que dicen hasta aquí hemos llegado, fuerte, intolerante. De eso nada. Se acabó. A ser buenos. La mujer que podía rescatarlos, que podía hacerlos buenos, que podía mantenerlos bien a todos ellos.
Bea no comprende para qué ha sido enviada a aquella casa.
Sólo Liza lo comprende".

En la novela "La vida de las mujeres" el enfoque en este tipo de relaciones es muy similar.

@Guille hace 10 años

Me alegro que te hayas reconciliado con Munro, @Poverello, merecía la pena.

En cuanto a nuestro desacuerdo, son cosas que pasan: un libro no se termina de rematar hasta que es leído y nosotros lo hemos rematado de formas distintas. Yo encontré ese aspecto en muchos de los cuentos (no me atrevo desde esta distancia a decir que en todos) y las razones que aduces en contra -seres en busca de independencia, de libertad, de sueños- no me parece que contradigan nada: el que les guste más el chico malo no significa que tengan que someterse a él ni renunciar a sus sueños... es más, ese, el chico malo puede ser su mayor sueño (en cuanto a hombres me refiero, no en general, claro).