LÜDICKE por _567_

Portada de 2666

Nótese en el sumario que hay dos notas, para nada discordantes, al principio y al final de este sublime testamento literario, la primera firmada por los herederos del autor (Carolina López, su viuda, en representación de Alexandra Bolaño y Lautaro Bolaño, sus hijos), en ella se especifica la voluntad del autor en lo referente a su publicación fraccionada en cinco novelas individuales –que una vez leída puedo afirmar que bien podrían haber volado en solitario- con una periodicidad de una por año incluyendo el precio a discutir con Jorge Herralde, editor de Anagrama, ¿Qué pretendía Bolaño con esta estrategia comercial? La respuesta está clara: consciente de que había parido algo muy grande, asegurar la economía de sus vástagos y evitar así, cuanto menos, que tuvieran que laborar en toda esa clase de trabajos de mierda que tuvo que aceptar él mismo para sobrevivir. La segunda nota a esta primera edición en un solo tomo –decisión consensuada entre todos los implicados, celebrada también por todos sus lectores pienso yo, ya que en el fondo así le hubiera gustado a Roberto si la parca no le hubiera venido a buscar antes de tiempo- la firma Ignacio Echevarría (amigo del alma que se encargaba de todos sus asuntos literarios) y se encuentra justo al final de la novela, y de esos apuntes fraternales sólo desvelaré su mera existencia ya que me parecen imprescindibles para entender muchas de las cosas que en ella acontecen. Dicho esto, vamos presto con el resto…

El tomo unificado en una sola novela cargado al lomo del portador bien podría pesar 2666 gramos distribuidos en 1128 páginas (este es un apunte mío que no tiene nada que ver con el secreto aún vigente entre los incondicionales de Bolaño sobre el título numérico) que se soportan con la levedad de todo aquello que proporciona el indescriptible placer de la Literatura Superior nivel C de Clásico Inmortal; páginas prodigiosamente centralizadas en torno a la figura de un misterioso escritor alemán, Beno von Archimboldi, de las que no sobra ninguna (imposible escapar a la fascinación que ya produce la obertura y, así continuar pleno de goce lector hasta un cierre milenario tan abierto que posiblemente finalizará en ese lejano año 2666, cuando esta obra quede colocada en el lugar que le correspondería en la Historia de la Literatura)… muy al contrario, incluso podríamos llegar a echar en falta un epílogo final que todavía engarzase, engranase, mejor los diferentes actos de esta inabarcable, irresistible, obra coral donde cada uno de los memorables personajes que aparecen en ella, no demasiados, los suficientes como para no perderles el rastro en ningún momento, dispone de su capítulo de gloria y donde el genio y la figura de Archimboldi ejerce de supremo maestro de ceremonias… escondido del mundo, refugiado en su memoria, año tras año, permanentemente en la sombra.

Según lo comentado con anterioridad, la novela consta de cinco partes (además del meteorológico que ya te digo yo que pronostica grandes borrascas mentales, viento huracanado, y verás como el nuevo día de retomar la lectura –veintitantos en mi caso- no te hará presagiar grandes cambios… el tiempo lo cura casi todo); estas son: ‘La parte de los críticos’, ‘La parte de Amalfitano’, ‘La parte de Fate’, ‘La parte de los crímenes’ y ‘La parte de Archimboldi’; para ello recomendaría introducirse en el universo Bolaño leyendo con anterioridad esa otra magnífica novela que es “Los detectives salvajes”, solo así uno acumulará el suficiente bagaje de la experiencia necesaria para que no se le escape ninguna de las múltiples pistas literarias que aquí aparecen, aunque quede claro que esto no es absolutamente necesario ya que esta novela tiene la suficiente pulsión vital como para arrastrarte más allá del Infierno – cuya capital es Santa Teresa o Ciudad Juárez que igual te suena más- por sí misma; pero no está de más advertirte que vas a volver a ver tu imagen reflejada en el espejismo de Sonora (México) y que alguno de las parajes por los que vas a transitar, de crudeza extrema, podrían herirte la sensibilidad de manera irreparable y hasta límites insospechados. Otros lugares (Londres, París, Madrid, Turín, Nueva York…) te proporcionarán un soplo de aire urbano, impresionante el contraste entre los dos continentes por cierto, antes de volver a ese “Oasis de horror en medio de un desierto de aburrimiento” parafraseando un verso de Baudelaire que el maestro Bolaño (del que aprovecho para mencionar “La universidad desconocida” por si alguien quiere conocer su estupenda faceta poética) utiliza como puerta de entrada a esta impresionante, inolvidable OBRA MAESTRA. La parte del lector la pones tú, aconsejo una media lectiva de, pongamos 50 páginas diarias, para mantener ese ritmo narrativo tan potente que los personajes que la habitan te piden a gritos. Cuestión de encontrar el tiempo adecuado y el espacio suficiente para afrontarla, que la disfrutes pues.-

Escrita hace 10 años · 4.8 puntos con 5 votos · @_567_ no lo ha votado ·

Comentarios

@lucero hace 10 años

Excelente y motivadora reseña Krust! Mi experiencia con Bolaño se remite a Los detectives salvajes, y no fue feliz. Haciéndome eco de tus sugerencias voy a emprender la novela en vacaciones.
Gracias!

@_567_ hace 10 años

Buena emprendedora vale por cinco. Verás que es una lectura mucho menos complicada que la de “Los detectives salvajes”, aunque a priori pueda parecer lo contrario, en todo caso cuando te adentres en la parte mexicana ya tendrás una referencia sobre el terreno que vas a volver a pisar. Te recomiendo un número X de lectura de páginas diarias al principio, después los inolvidables personajes que aquí aparecen te engancharán irremisiblemente y te llevarán hasta el final. Déjate llevar… y buena suerte.

Que disfrutes novela y vacaciones.-

@Poverello hace 10 años

Tengo en lista "Los detectives salvajes", con la mitad de páginas, más o menos, que ya son, pero no puedo pasar de largo sobre "2666" después de tu admirativa reseña a la obra. Aunque tenga que leerla por partes, como no quisiera Bolaño.

Gracias también.

@_567_ hace 10 años

Aunque las partes funcionen perfectamente en su individualidad, el conjunto de todas ellas es el que conforma, en su globalidad, ese carácter único que destila esta obra maestra. Si Bolaño propuso que se publicaran por separado fue con la única intención de asegurar el futuro de sus herederos; no en vano le debió costar muchísimo escribir esta obra póstuma sabiendo que lamentablemente no la vería publicada, pero a mí personalmente me parece muy acertada la decisión de ensamblar todas sus partes en un solo volumen. Una vez se traspasa la primera página resulta imposible resistirse y seguir avanzando (investigando las vidas de los otros) hasta el final…

De nada. Que la disfrutes también.-

@Faulkneriano hace 10 años

Buena reseña, Krust. Que 2666 es la novela más ambiciosa de Bolaño no lo demuestra su longitud (que para algunos puede llegar a ser un problema) sino los muchos palos que toca, todos llenos de interés: es un sostenido milagro narrativo, cosa rarísima en una obra de su extensión. Lo mejor, el misterio impenetrable: si no, no seria misterio.

@_567_ hace 10 años

Estoy de acuerdo en que su longitud puede llegar a ser un problema para mucha gente, por eso he intentado incidir en lo adictivo de su argumento y en la necesidad de imponerse una disciplina a la hora de abordarla; a mí personalmente ya me enganchó desde el principio. Todos esos palos que toca, las partes tan diferentes entre sí y tan innovadoras en su ‘mestizaje literario’ es otro de sus puntos a favor; la impresionante calidad sostenida en una obra tan larga y ese in crescendo tan brutal en lo que a la resolución de su misterio se refiere ponen el resto. Beno von Archimboldi me parece una de los personajes más fascinantes que he conocido en la literatura moderna y “2666”, más allá de una novela de culto, que ya lo es, bien podría convertirse en un clásico inmortal; tengamos en cuenta que no deja de ser una novela joven (2004), espero que el tiempo la ponga en el lugar que le corresponde y que sin duda merece.-

@Faulkneriano hace 10 años

Y tanto que es reciente. Yo la lei en agosto de 2010, en Ribadeo; no la había terminado y ya la consideraba un verdadero clásico, cosa que me ha pasado muy rara vez. También me resultó curioso lo honesto de reunirlo todo en un solo volumen, aunque fuera amedrentador, y no partirlo en cinco volúmenes independientes (la Nothomb hubiera tenido para una docena)

@_567_ hace 10 años

Ya sabemos que las comparaciones son odiosas pero en este caso pueden resultar hasta surrealistas. En mi opinión, la Srta. Nothomb tiene, así a bote pronto, algunos personajes memorables de creación propia, por poner algún ejemplo: Prétextat Tach (“Higiene del asesino), Palamede Bernardin (“Las Catilinarias”) o Textor Texel (“Cosmética del enemigo”)… pero mucho me temo que si le pidieras que se saque de la chistera un Archimboldi de 1000 páginas te rebanaba el cuello con la katana :-)

Bueno, a lo que íbamos, yo también he tenido esa sensación tan rara de haber descubierto un clásico de los grandes al acabar la novela. ¿Cuántas obras de este calibre aparecerán en el Siglo XXI?, obras publicadas desde el 2000 en adelante, ya llevamos 13 años y personalmente creo, a bote pronto again, que no he sido capaz de encontrar algo similar. Hay que confiar en que sea un asunto pasajero… como la puta Crisis.-

@Faulkneriano hace 10 años

Que lo de la Nothomb era broma... Non a la Nothomb!

Y, sobre las obras maestras, ya caerán, hombre. Hay que tener ilusión.