LAS TRECE RAZONES QUE SE CONVIRTIERON EN CINCO por Lunatica

Portada de POR TRECE RAZONES

Como es normal en una reseña mía empezaré por decir que las dos razones por las cuales escogí el libro fueron: una sinopsis que prometía y la portada tan bella. Así no más, esas dos razones banales hicieron que decidiera tomar el riesgo de leer el libro de Asher, creo que ya es hora de que aprenda a escuchar esa vocecilla que me llama exigiendo un libro mejor.

Trece razones por las cuales este libro no tiene calificación y no me gusta:

Primera. Hannah, sí la protagonista no me gustó en ningún momento, desde su "Hello boys and girls" hasta su "I'm sorry", toda ella me parece falsa, cuando leía sus cintas sólo me daban ganas de golpearla para que dejara de ser tan melodramática y tan mártir. Nunca vi en ella esa fuerza por vivir que se supone que tenía antes de que todo empezara, nunca sentí sus ganas de vivir, nunca vi a una persona real hablando. Sólo pude sentir a una chica desesperada por ser el centro de atención y por buscar excusas para lastimarse a sí misma.

Hannah tan sólo es una chica con una personalidad auto-destructiva, una chica que busca en cualquier persona una razón para culpar de sus malas decisiones.

Lo que me lleva a la segunda razón: las ganas de Hannah de culpar a otros por sus decisiones. Sí, la gente influye en nosotros y en nuestras decisiones pero al final lo que cuenta es nuestra personalidad, nuestras propias decisiones, tenemos un cerebro con el cual pensamos y analizamos las situaciones para saber qué se debe o no hacer. Después de terminar el libro, nunca leí que alguien la obligara a no desmentir los rumores, porque si eran tan mentira como ella decía que eran ¿por qué no enfrentar la raíz? ¿por qué no hablar?. Es difícil, pero al final por más tranquila o sumisa sea la persona siempre encontrará valor para hablar y desmentir a quien sea, después de todo la reputación de una persona es clave en su vida, y al parecer era de lo único que hablaba Hannah en todo momento.

Pero no debería sorprenderme de ella luego de leerme el libro, porque en ningún momento la leí hablar, en ningún momento leí sus ganas de ir y enfrentar a Justin por decir que era fácil, en ningún momento sentí sus ganas de ir a romperle la cara a Alex por poner su trasero en la lista de lo más caliente sólo por venganza; pero sobre todo, nunca sentí esas ganas de querer abrirse con Clay y salvarse.

Toda Hannah me parece mentira, una persona falsa que esconde sus ganas de ser el centro de atención.

Y así obtengo mi razón número tres. Las razones escondidas de Hannah. Sí, creo que ya me voy ganando algunas palabras y motes como: la reina del hielo o mujer sin corazón; pero como ya he dicho ninguna de las razones de Hannah me parecieron verdaderas, en cambio pude encontrar en el fondo de ellas las verdaderas razones, o mejor dicho la verdadera razón de su suicidio: la atención. Y lo entiendo, Hannah es una adolescente en la edad en que ser el centro de atención es el sueño del promedio, en querer tener amigos, en estar en las últimas fiestas, etc. Lo que no entiendo es su absurda obsesión por, y vuelvo a repetirme, culpar a otros para esconderlo; bien, ninguna chica quiere que su trasero sea nalgueado en frente de un tendero en medio del día, pero ¿qué hizo Hannah aparte de salir de la tienda con la cabeza baja? Nada, y ahí mi querida Hannah, está el meollo del asunto.

La protagonista no hace nada durante todo el libro, simplemente se la pasa hablando de sus sentimientos tal cual poeta y decir esto no es verdad, esto otro lo inventaron, ¿como pudieron? sin detenerse a respirar, contar hasta diez y empezar a hablar. Puede que no lo supieras en vida, querida, pero las cuerdas vocales no sólo están ahí de adorno, en algunos momentos hay que desempolvarlas y utilizarlas.

Creo que ya son las tres razones principales por las cuales no me gusta el libro si me enfoco sólo en la protagonista, lamentablemente Asher también tiene algo de culpa para que el libro se me volviera un adefesio del cual no quiero ni acordarme.

La razón número cuatro es sencilla, el protagonista fantasma: Clay Jensen. Sé que necesitabas un personaje que viviera la historia de la mano de Hannah con sus cintas, sé lo que pretendías hacer y te entiendo, es una idea original pero lamentablemente Asher, no lo lograste. Clay, después de la insufrible Hannah, es un personaje hueco, irreal e igual de insufrible. Como es de esperar luego de estos calificativos y de leer las trece razones de Asher para escribir el libro, Jensen nació de la excusa de contar la historia de Hannah desde otra perspectiva para poder ver la reacción que ésta provocaba en alguno de los chicos que conformaban las cintas; para mí Clay es sólo eso, un personaje excusa que existe para que la historia de Hannah sea contada, nada más. En lo personal prefiero personajes que tengan otras razones para existir más allá de vivir la historia, más allá de ser las víctimas de una desequilibrada y auto-destructiva adolescente.

Pero Clay no es el único personaje que me pareció ficticio, con lo que obtengo mi razón número cinco: personajes sin transfondo. Así es, cada uno de los personajes que se me fueron presentando a lo largo de las cintas me parecieron igual de huecos que Clay, como si sólo existieran para darle una excusa a Hannah de lastimarse a sí misma. No estoy en condiciones de comparar el libro con otro de igual temática, pero sí puedo comparar la realidad de los personajes con otros libros leídos, y estos queridos no tienen personalidad, como bien dirían algunos blogueros "mas personalidad tiene un pan".

Y con esto no tengo más razones, así es Hannah, no alcancé las trece pero creo que con las cinco que obtuve fueron suficientes, no necesito ir creando excusas absurdas para obtener las trece.

Que no se note que detesté a la protagonista.

En fin, que no me gusto por lo que dije anteriormente, pero reconozco el valor del libro al dejar una reflexión, así que sí, lo recomiendo pero como una lectura que se debería tener en las clases de literatura o, no sé como se llamarán en cada colegio, las clases de reflexión. Porque sí que te pone a pensar sobre el suicidio.

Escrita hace 11 años · 0 votos · @Lunatica no lo ha votado ·

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