ALAN EL DESTRIPADOR por Tharl

Portada de FROM HELL

Hay dos motivos por los que alguien se acercará a esta obra. Uno, es Jack; otro Alan. Y venga de donde venga el acercamiento al destripador, no decepcionará. Yo, desconocía completamente la historia de Jack y sus investigaciones, y para ser sincero –y vulgar-me la sudaba; pero si sentía una atracción especial hacia el misántropo “mejor escritor de historietas de la historia”, hacia el declarado mago del caos, el anarquista de largas barbas. Mi morbosidad es más subversiva que sanguinaria.

Una vez aclarada mi predilección por el Dr. Moore, frente la investigación de Abberline es hora de hablar un poco de él.(1)
El Dr. Moore, nació en el 53. Fue expulsado del colegio, algo que debería haberle afectado profundamente, pero que, por lo que sabemos de su carácter, pudo haberle sido hasta cierto punto indiferente. Esta tragedia cambió su vida y a la larga le introdujo en la logia del cómic a finales de los 70. Allí conoció a Alan Davis, encuentro que le proyecto a la fama y al éxito con CAPITAN BRITANIA. Desde entonces tuvo un éxito acelerado, ascendió en la logia del 9º arte con títulos como V DE VENDETTA, BATMAN: LA BROMA ASESINA y WATCHMEN, hasta alcanzar el máximo grado y volverse conocedor de todos los trucos y secretos de su profesión. Llegó a ser llamado el “Mejor Escritor de Historietas de la Historia”.
A finales de los 80, estaba dando vueltas a escribir algo sobre la mente de un asesino cuando le surgió un proyecto de gran importancia y compromiso para la sociedad de su tiempo y para la logia del cómic. Un proyecto capaz sacudir la corona británica (la del totalitarismo de la Reina Victoria), de atraer y sacudir a miles de lectores, de dar la vuelta a un mito y de dejar huella en la Historia. De marcar la arquitectura del tiempo. Se trata de la recreación de los crímenes de Withe Chappel, de un estudio sobre el mito de Jack el Destripador, unos crímenes que dejaron su impronta en la misma arcada de la Cuarta Dimensión 100 años antes. Pero las ambiciones del Dr. Moore iban más allá, no quería conformarse con una tarea insulsa y eficaz, quería aprovechar su misión para algo más grande.
Así, sacando fuerza e intensidad, como si de un druida se tratase, de la sangre de sus víctimas, el Dr. Moore, quiere cambiar el mundo del lector, abrirle los ojos y mostrarle las vísceras de la sociedad y el funcionamiento de los procesos de mitificación. Este sacro propósito le llevará a cometer los peores crímenes: a desollar un mito, desangrar la monarquía británica, destripar la sociedad victoriana, y con sus hedientos órganos palpitantes deconstruir la Historia del sXX, el descenso a los infiernos del hombre; descenso que ha dado lugar a nuestro momento presente. “¿Qué está pasando?” se preguntan en 1888 los testigos del primero de estos crímenes, en el que para mi es el mejor capítulo del cómic (2). Está desatándose el infierno.
Mientras comete los crímenes, Alan el destripador, sufrirá grandes cambios. Durante 10 años de trabajo y de largo peregrinaje por las apestosas calles de las editoriales, el espíritu de la propia obra le conducirá, junto a su alter-ego, a un proceso de reflexión interna que le llevará a cuestionar la realidad tal y como la entendemos y a tomar la decisión de convertirse en -sí- mago.
Es a medias de este proceso cuando decide enviar un texto a las editoriales sobre todos sus crímenes, acompañado de un “apéndice” con el generoso fin de clarificar su obra, de demostrar que él, realmente es el autor de tantos crímenes, el único capaz de destripar con tanto genio la sociedad Victoriana y la creación de un mito. Este “apéndice” tiene el noble propósito de clarificar, desenmarañar y filtrar toda la suciedad de 1888, pero tienen tanto trabajo, tanta información, que están al borde del colapso, de la nefritis. (*) Este escrito, éste testimonio criminal, tiene por título FROM HELL.

Durante esta misión, el Dr. Moore, tiene la inapreciable ayuda del dibujante Eddie Campbell, quien a modo de cochero le guiará por las calles del Londres más despiadado. Campbell, conoce los bajos fondos de Londres como la palma de su mano, pero también el palacio de la reina Victoria, y los ambientes más aristocráticos. Es como si llevara años siendo taxista del Londres victoriano. Conoce su arquitectura, sus calles, sus gentes, sus empresas (3), sus costumbres y vestuarios, todo. No hay detalle que se le escape a este hombre.
Por supuesto, las vistas no son agradables, es más, son confusas a primera vista, asfixiantes, degeneradas, desagradables y feas. Pero una vez nos acostumbramos a este paisaje, apreciamos y agradecemos lo fantásticamente que se acopla a la sórdida historia. No solo complementan e lustran la obra de Alan, sino que con su complicidad, hace un todo diferente y mejor.
Cuando llega ese momento, la fusión Dr. Gull-Moore, Netley-Campbell, Abberline-lector, Londres-Hell; es total. Es entonces cuando más metidos estamos en los crímenes, en la imposible investigación saturada de pruebas y falsas huellas. Es en este momento, cuando se comete el primer destripamiento y cuando el libro nos forma un nudo en la garganta y nos exalta el ánimo por vez primera. No por sensiblerías baratas, ausentes; ni por su dureza, que aun está por llegar y se limitará a dejarnos pasmados; tampoco por su humor y desenfado, solo encontraremos ácida ironía; ni por su dinamismo, ritmo, ni naturalidad; es un libro bastante denso (4); sino por su genialidad, por la perfección de aquello que nos envuelve.

El lector se convertirá en inspector, y recorrerá las calles de Londres con bombín buscando dar sentido a los crímenes del Dr. Moore, a Jack, a su impacto, su mito y consecuencias. Realizará escabrosas investigaciones forenses, en soledad o acompañado por las notas, y se plantará cara a cara con los destripamientos de este mago del cómic. Descubrirá que Alan el destripador, considera los 80 del siglo XIX como la clave para entender todos los acontecimientos posteriores, y los crímenes de su alterego en 1888, como la representación de la esencia de esa década oscura. Encontrará a la sociedad victoriana, una prostituta famélica cubierta de joyas y abrigo de visón, abierta en canal, con su poderoso corazón industrial palpitante a los pies, luchando por no perder el utilitarismo e insuflar vida a un cuerpo, un imperio, que apenas se sostiene en pie. Observará aterido cómo el órgano de la prensa ha sido extraído: es sensacionalista, morboso, amigo del capital y un negocio que se vende a la rentabilidad, sin escrúpulos a la hora de inventar basura y aumentar la histeria de la población. E impregnándolo todo, están las tripas de la corrupción en todos los estratos de la sociedad, la pobreza, la desesperación, el analfabetismo, la intolerancia política (Irlanda), racista (antisemitismo), sexual (derechos de la mujer pisoteados, homofobia al extremo), ideológica (peligroso terror de los poderosos al marxismo), etc. Observará la morbosidad que provocan crímenes horrendos, la lucha de cada célula enferma de ese cuerpo -que es la sociedad- por formar parte de la macabra historia. Nadie se libra de estos anónimos masturbatorios, falsos testimonios e inventivas confesiones; mujeres, ricos, pobres, intelectuales, analfabetos, toda la sociedad enloquece ante el terrible espectáculo, desean involucrarse en la histeria colectiva y con excusa de ella ejercer su cerrada intolerancia. Por último, bajo la nuca, una cabeza de hombre elefante, de Ghanesa durmiendo plácidamente, ignorante a lo que ocurre en el resto de su cuerpo, encontrará los extirpados pechos de la víctima: la sociedad industrial burguesa y el totalitarismo absoluto de la reina Victoria.
Al otro lado de la pared hay una olla con todos los ingredientes del mito de Jack El Destripador, mezclados. La olla se encuentra fundida por las altas temperaturas del fuego de la intensidad conceptual de la narración y de la deconstrucción.
En sus investigadores el lector también descubrirá crípticas pintadas de Alan, escritas en plena exaltación, en grandes obeliscos, y en las que se tratan temas fascinantes como la lucha histórica entre lo dionisiaco y lo apoloineo, puesto en relación con nuestra historia reciente, los crímenes de White-Chappel, la arquitectura mística londinense, la cuarta dimensión, el profeta William Blake, la hipótesis matriarcal de Graves, y más.

Después de terminar este recorrido, solo puedo decir que Alan ha cumplido con éxito su misión, y pronosticar que su obra pasará a la historia como una autentica obra maestra, no solo del cómic, sino del arte en general. Este autor está destinado ha convertirse en mito y alcanzar el olimpo de los genios del cómic.
Sin duda lo recomiendo a todo lector interesado, pero con precauciones. Como teoría de la identidad de Jack es tan plausible y certera y correcta como cualquiera, pero recordemos que Gull significa también estafa, gaviota. Su mayor valor es sin duda y como ya he dicho, como deconstrucción de un mito, y como espejo en que puede reflejarse la sociedad.
Es una obra de tesis, un ejemplo de cómo ficción y realidad, investigación objetiva y subjetividad son indivisibles. Una prueba de que arte y ciencia se dan más que la mano.
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*Hay dos formas de leerse el libro, dos cómics distintos. Uno es complementándolo con las notas, otro es ignorándolas. Cada forma tiene sus ventajas. Leerse las notas (que son muchas, unas cien páginas o más) es de gran ayuda para entender todo el alcance de la obra y lo que ha pasado por la mente de Moore al escribir, y de paso quedarse apabullado con la inmensa documentación, pero corta el ritmo y espesa la narración, ya de por si densa (que no pesada). Mi consejo personal es ignorarlas, salvo en los capítulos que se perciban como claves y en las viñetas donde uno se da cuenta que hay mucho jugo y se le está escapando. Vamos que se lean las notas de lo que interesen, no todas. Hay mucha paja en este cómic-investigación, aunque necesaria. A mi no me interesaba toda la documentación y hechos verídicos, bibliografía y discusiones sobre los crímenes y sus investigaciones, asique procuraba leerme estás en diagonal u obviarlas, y leerme atentamente solo aquellas con relevancia en la narración o que profundizara en el imaginario que maneja el autor.
Moore dudó entre si incluir las notas en la publicación integra o no, y tras mucho darle vueltas se decidió a hacerlo por consejo de sus amigos. No seré yo quien dude del acierto de esta decisión. Que cada cual elija el cómic que quiere leer.

(1) Si bien toda la obra es un todo indivisible se puede forzar una división según los protagonistas. Las viñetas protagonizadas por el Dr. Gull, las más conceptuales y en mi opinión interesantes; y las protagonizadas por el inspector Abberline, un reflejo más costumbrista donde la importancia recae ante todo en la investigación de los crímenes y las distintas teorías. Mi favorita como digo, es la del Dr. Gull.

(2) Este capítulo, el 5º, donde se comete el primer crimen, es una maravilla. Resumiré el principio y el final, para que podáis haceros una idea del genio del autor presente en todo el cómic. No es SPOILER porque no revela nada fundamental, pero si describo acontecimientos de este capítulo. Comienza con una escena sexual en Braunau (Austria), den la misma época que los crímenes, de dos personajes desconocidos que va in crescendo. No hay texto, solo los gemidos cada vez más intensos de la mujer. Cuando va a llegar el clímax la siguiente viñeta es una iglesia obelística de Hawksmoore en el vacío donde su forma, su contorno imponente es el protagonista. Las siguientes escenas es un atentado que hubo en la época, en esa misma iglesia y que se zanjó con la muerte de varios judíos. La última viñeta es la puerta de la iglesia siendo reventada por la explosión y -eyaculando(tachón)-, expulsando, litros de lo que parece sangre. Volvemos con nuestros personajes, ya han terminado el coito y la mujer tiene una visión. Hemos presenciado la concepción de Hitler. Después volvemos a nuestros personajes y se nos presenta el día a día en paralelo de una prostituta, con trazo descuidado y sucio, frente al del doctor personal de la reina, en un dibujo claro y difuminado, de claro contraste con el anterior estilo.
El final del capítulo, después de la muerte de la primera prostituta a manos de Jack el destripador, se nos presenta en el mismo dibujo cuidado de antes, la rutina de éste tras llegar a casa después de los crímenes, una rutina tranquila, aseada y atenta con su mujer. Entre estás viñetas, sin texto, se nos intercalan varías para las que el capítulo nos ha ido preparando y que de la misma forma que el “cine-ojo” (ojo+aguas=llanto), producen en conjunción con la rutina del asesino una nueva imagen distinta a la suma de sus partes. Estas viñetas son: un sarcófago egipcio (de la expoliación que realizó el imperio británico) estrechamente relacionado mediante una tradición de maldiciones con las Guerras Mundiales, el edificio en que fue concebido Hitler, el cadáver de la asesinada, un enorme incendio que hubo ese mismo día con llamas altas como el infierno, y el hombre elefante (Ghanesa) durmiendo apaciblemente, un hombre de quien se decía que según su sueño se podría saber el futuro de la nación. Mientras todo esto ocurre y el hombre elefante duerme tranquilamente, alguien en las llamas del incendio se pregunta: “¿Qué está ocurriendo aquí?”. Es el imperio británico, que se desmorona mientras duerme apaciblemente.

(3) Sorprende encontrarse de fondo, pasando desapercibidos detrás de los protagonistas, a viejos conocidos presentes en el momento en que acababan de llegar al mundo; como el dueño de la alimentación global: Nestle, que reparte humildemente botellas de leche por la capital de Victoria.

(4) “From Hell no es una lectura fácil. Está en las antípodas de la transparencia conceptual y gráfica de un, digamos, Tom Strong, por citar otra obra de Moore. Es un cómic de apariencia árida y denso respirar. Insistiremos, para convencer a los indecisos, en una cuestión no siempre comprendida: a veces el mayor placer se extrae del mayor esfuerzo. From Hell requiere tiempo y dedicación, pero esa inversión, sin ninguna duda, es ampliamente recompensada. Estas viñetas, una vez recorridas, serán difíciles de olvidar.” (Bibliopolis)
Este consejo de bibliopolis es acertadísimo, y lo habría agradecido enormemente. Con FROM HELL hay que sumergirse en los bajos fondos sin devorarlos, no postergar la próxima lectura, no dejar correr el tiempo o se escapa la magia. Leerla lentamente pero de un tirón. Yo la di un parón por cosas del verano y cuando volví, ya no era igual. Aunque leía lo mismo, con la misma calidad, era como seguir leyendo una obra fabulosa que ya has dado por terminada. Mi estado en la lectura, a partir de ese momento, era casi como el Dr. Gull tras el último crimen, tras su gran clímax, que no el de la obra. FROM HELL es una obra de tesis.

Aprovecho para comentar que en el último capítulo, hay 5 viñetas clave, bastante enigmáticas, de las que Moore se niega a dar pistas en las notas para su interpretación (así lo declarara). Me pregunto como la interpretará cada uno =)
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Hay un excelente capítulo extra del cómic a modo de 2º apéndice sobre las investigaciones de Jack. Este capítulo es de gran calidad, y sin duda aunque sea un apéndice recomiendo a todos su lectura.
Yo fue lo último que leí, pero en él hace un repaso a todas las investigaciones posteriores sobre Jack, y su folclore. Como durante todo el libro introduce guiños y sospechosos sacados de estas investigaciones que descarta, o no, por algunos motivos, tal vez sea recomendable, para el lector ignorante de todo lo referente a este personaje, leerlo en primer lugar. Además es una maravillosa introducción a las intenciones del autor. Mejor escritas y más claras que está interminable reseña. Y bien dibujada, por cierto.
El guión de estas viñetas es por momentos formidable con reflexiones sobre su trabajo tan brillantes como las siguientes:
“El asesinato jamás puede resolverse, a no ser en el sentido forense más estricto. Ese oscuro coagulo humano jamás podrá disolverse en una suspensión clara y lúcida.”
“La verdad es que lo importante nunca han sido los asesinatos, ni el asesino ni sus víctimas. Sino nosotros. Nuestras mentes, y como bailan/ Jack refleja nuestras histerias. Es un receptáculo sin rostro de cada nuevo pánico social. Es un judío, un médico, un francmasón o un monárquico caprichoso […] Lo único que sabemos que es real es el complejo fantasma que proyectamos. El verdadero asesino ha desaparecido, sin que nadie lo vea, y puede que ni estuviera ahí para empezar.”

Dudo que vuelva a leer nada igual. Tal vez en 50 años.

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Edito:
Se me olvidaba decir -sí, a pesar de tanto rollo aun me faltaba algo. Increible pero cierto- que la película, no la he visto, pero al igual que con todas sus obras llevadas al cine, Moore renegó de ella por decir que el guión era una mierda (sic).

Escrita hace 11 años · 5 puntos con 4 votos · @Tharl le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@Poverello hace 11 años

No creo que el cómic sea más denso que tu reseña, Tharl, je je. No me salté las notas.

Vaya curro que te has 'dao'. A ver si hay más obras que te impacten y nos las ofreces con igual cariño. En mi lista de pendientes esta hace varios días.

Saludines.

@Tharl hace 11 años

Jajaja, yap, lamento la "densidad" y longitud...
Me motive al empezar a escribir, porque segun iba haciendo memoria me acordaba de más y más cosas y cuando me di cuenta tenía escrito demasiado, pero me negaba a volver a cambiar nada. Además, en un futuro lejano tengo pensado releermelo y me gustaría comparar impresiones, asique cuanto màs detalle mejor.

Gracias por la paciencia de leer la reseña y comentarla, habrías hecho mejor empezando el comic, que casi tardas lo mismo y es más agradable :P

Un abrazo

@FAUSTO hace 11 años

Extensa, buena y detallada reseña, Tharl. Coincidiendo contigo en varios puntos de tu crítica, mi perspectiva o punto de vista es bastante diferente. Cuando tenga un poco más de tiempo (y ganas) me gustaría comentar contigo algunos de estos aspectos, a ver qué opinas.
Un saludo.

@Tharl hace 11 años

Estaré encantado, siento curiosidad por tu 6. Cuando quieras, donde quieras :P

Un abrazo

@FAUSTO hace 11 años

Hola, Tharl. Intentare “justificar” mi punto de vista. Ante todo, es un tema por el cual siento alguna atracción (no es una cuestión de morbo) debido al total desconocimiento de la identidad de este asesino, el 1º en serie, además de abundar una enorme cantidad de teorías sobre quién fue o cómo era su personalidad. Aparte del evidente trastorno psicopático, aun hoy, hay dudas del carácter y la inteligencia de tan siniestro personaje. Se han razonado todo tipo de hipótesis, desde un mísero e inculto emigrante hasta una maquiavélica conspiración fomentada por la realeza, como es la teoría que se ha ocupado Moore. Supongo que también ha influido mi atracción por el mundo de Sherlock Holmes; ya que una de las primeras películas que vi sobre el detective versaba sobre Jack, y, más tarde, al descubrir que el mismísimo Conan Doyle había participado en las investigaciones (sin éxito, sus aportaciones fueron, digamos, risibles) para atrapar al asesino, me hicieron interesarme por este personaje. En su día leí algo sobre él, y luego, antes de afrontar el cómic, me documenté un poco y conseguí ver unos cuantos documentales que resultaron realmente interesantes (aunque trataron poco el complot de la realeza).
Toda esta perorata es para constatar que, tanto por el argumento como por el autor Alan Moore (me pareció notable su comic “V de Vendetta”), esta novela gráfica me interesó desde un principio y la empecé con un gran entusiasmo.

Como dijo Jack el destripador iré por partes. Ya que el tema se presta, no he podido resistir hacer el manido chiste fácil y malo, jeje :P
Primero me centrare en el guión. Antes de nada, debo decir que cometí la torpeza o el despiste de darme cuenta de la existencia del “librito” explicativo, que hay al final del cómic, muy tarde, cuando llevaba más de la mitad de las páginas leídas. Un hecho que me fastidió bastante y tuve que echar un vistazo atrás a las viñetas más enigmáticas para enterarme de su significado y simbolismo. En la cuestión de la necesidad de leer estas notas, Tharl, soy más categórico, creo que son necesarias para comprender lo que quiere expresar el autor, puede que, como dices, no todas pero casi la mayoría son indispensables. Más tarde mencionaré estos apuntes, ya que es uno mis puntos negativos.
Volviendo a la obra, como bien has argumentado, es un trabajo soberbio y en varios planos: argumento, la escenografía de Londres, los vericuetos del poder, la influencia de la prensa, el vestuario, etc. Ha descrito una completa crítica a la sociedad británica finisecular, desde los bajos fondos hasta la más alta sociedad: la corona; por cierto, te felicito por las bellas y tétricas metáforas que has utilizado para expresarlo. Alan Moore ha realizado un espectacular trabajo de documentación: detalles propios de la época y los datos históricos o hipótesis más probables de los personajes. Es como una ventana al pasado con el máximo rigor, uno de los conceptos que más he valorado y que cualquiera que lea este comic no podrá dejar de apreciar.
Lo que me parece excesivo, por parte del autor, es que para plasmar la idea que quiere expresar deba “traspasar” géneros. Quiero decir que no le basta solamente con el comic, pues es insuficiente este medio de expresión para manifestar el concepto global de la historia. Debe recurrir a otras categorías como el ensayo, la investigación o la biografía para definir completamente el argumento. Dejando a un lado el apéndice, el texto tiene, con una excesiva frecuencia, un cariz informador o, a veces, divagador donde los dibujos apenas aportan nada al escrito. Por poner un ejemplo, comentaré un capítulo (no recuerdo ni el título ni su orden, pero por tu reseña adivino que es el 3º ó 4º, antes del primer asesinato) donde el doctor explica con pelos y señales el significado de la masonería y sus relaciones con la mitología, temas que me encantan y que por ese lado el episodio me agradó; pues bien, las viñetas se limitan a pintar un paseo por Londres para mostrar unos puntos claves que no niego su importancia, pero se olvida de reforzar con imágenes lo que está ilustrando el Dr. Gull.

Y, por supuesto, está el apéndice que, como bien dices, corta la lectura y que, por desgracia, se hace ineludible su lectura. No es la densidad o la dificultad por lo que me ha defraudado el cómic, sino por estas notas. Pienso que si una obra de este género necesita para desarrollarse el aporte de unos textos (algunas veces instructivos e interesantes), mal vamos. No puedo considerarlo un comic, es otra “cosa”; debe ser suficiente un guión conciso, agudo y directo acompañado por unas ilustraciones que tengan también su carácter narrativo. Algo que sí compuso con “V de Vendetta”.
Componer una obra tan “mastodóntica” que rebasa ciertos límites, puede tener alabanzas, de las cuales comparto varias, pero, para mí, ahí reside su talón de Aquiles.

En cuanto a la cuestión gráfica, aquí es más difícil razonar las impresiones. Supongo que se debe más a una cuestión preferencias y gustos personales. Advierto que soy un “analfabeto” en cuestiones de dibujos y sus creadores. En un principio las ilustraciones de Campbell me parecieron buenas, con un tono sombrío, oscuro y poco definido que acompañaba perfectamente al argumento. Al transcurrir las páginas y conforme me iba dando cuenta de que no era lo que esperaba (con o sin notas), mi valoración de los dibujos no fue tan optimista. Además, como explica GoodyAllen en la otra reseña, las viñetas y, sobre todo, el tamaño del texto son demasiados pequeños. No han sido pocas las veces que he usado una lupa para poder leer, y eso crea cierto complejo que…

Por último, ya que has mencionado la versión cinematográfica, no me extrañan las palabras de Moore. Una versión chabacana que selecciona poco de su minuciosa obra. Debo decir que cuando la vi por primera vez, hace varios años, me pareció un buen trabajo, pero después de leer el cómic me ha resultado una pantomima. Aunque, una buena y comprensible adaptación se me antoja imposible.
Como dije al principio, siendo un chaval vi una película de Sherlock, “Asesinato por decreto”, que trataba este mismo asunto de la conspiración masónica y con apoyo de la corona real, que me encantó y presumo que tiene más sustancia que la peli de Johny Depp. Por cierto, se acaba de estrenar otro filme con estos mismo personajes: “Holmes & Watson. Madrid Days” de Garci, ¡que Dios nos pille confesados!

Bueno, Tharl, como te comenté necesitaba tiempo y ganas.
Saludos, y sigue escribiendo reseñas como ésta.

@FAUSTO hace 11 años

Hola Fausto!!
Qué te puedo decir… da gusto leer opiniones contrarias a la de uno cuando son tan comprensibles y están así argumentadas. Aunque no la comparta.

Yo, una de las cosas que más he admirado del cómic ha sido justo lo que tú criticas: La superación del género. Moore trasciende los límites del cómic y hace algo nuevo que se sale a lo que la historieta nos tiene acostumbrados. Es, como tu bien dices, arte, investigación, ensayo y cómic al mismo tiempo. Creo que todas las grandes obras de arte deberían reunir estos ingredientes. El arte es tan riguroso como la ciencia e igual de importante (compartían raíz griega y hasta después del renacimiento no se separaron ni opusieron), su división es artificial y oposición, aunque no lo parezca; algo similar a la división “Apolíneo-dionisiaco” como muestran algunos ritos órficos, al hilo del cómic. En muchos aspectos –aun no me atrevo a equipararlos del todo- arte y ciencia se dan la mano. (Anda que nuestro glorioso ministro de economía decir que el arte solo es un entretenimiento más… igualito que una discoteca vamos…) Bueno, ¿por donde IVA…? A sí, que eso, que ésa superación de los límites del género, esa reivindicación del cómic, es de los aspectos que más valoro.
Creo además, que este objetivo lo cumpliría sin necesidad de las notas. Hay literatura mucho más compleja y críptica que requiere un bagaje cultural inmenso y no requiere ni consta de ellas. No me refiero solo a Joyce y su ULISES que es el extremo, aunque por la mezcla de géneros sea un ejemplo idóneo. Como tu dices ayudan a comprender la obra, pera habrá quien no las necesite. No las veo como un requisito indispensable; Moore tampoco debía verlo así si dudo tanto entre si publicarlas o no. La publicación por capítulos dudo que las incluyera.

En cuanto al dibujo, aunque siendo probablemente más lego que tú en el tema, tuve una experiencia radicalmente distinta; más como la que comenta GoodyAllen. Al principio me desagradaba -si retrasé la lectura del cómic fue por este motivo, no soy el único por lo que veo-, pero una vez te metes en la historia y te acostumbras a él no puedes imaginar un estilo mejor.
Acompaña, en mi opinión, perfectamente al guión, y no es solo que lo ilustre o acompañe, sino que juntos forman algo nuevo. Recuerdo claramente el capítulo que mencionas, de mis favoritos, sumamente interesante. En él, el dibujo muestra a la perfección las calles de Londres, de punta a punta; es capaz de plasmar la arquitectura londinense a la perfección y desde el punto de vista que le interesa a Moore para la historia, me refiero a esas visiones de los obeliscos y campanarios en contrapicado que acentúa su grandeza, presencia y aspecto fálico; cuenta con múltiples guiños y presenta varias imágenes, situaciones, edificios y detalles que forman parte del imaginario de la obra y se repetirán de fondo a lo largo de toda ella, aportando sentido y significado a los acontecimientos de más adelante.
Aprovecho para comentar una de los pocos defectos que reconozco en la obra, y es tocho. Tal y como yo lo entendí, Gull, es completamente “apoloineo” (en la división de Nietchsze que usa Moore) y eso está estrechamente relacionado con su motivación hacia los crímenes. Pero en su “misión” usa métodos dionisiacos; rituales, druidas, profecías y magia parecen temas que le fascinan, lo que me parece una contradicción con sus declaraciones “apolíneas”. Además, al final, sobretodo en la visión del último asesinato, parece que Gull es completamente dionisiaco, y le parece horrible el futuro. Esta evolución y contradicciones me impiden comprender mejor la psicología del personaje. O está mal desarrollada o yo no la he percibido correctamente, que es lo más probable. A falta de que sepas aclarármelo, saldré de dudas en una relectura futura. Igual que con las enigmáticas viñetas finales.
Eso sí, por otro lado, este cambio en el protagonista me encanta, porque parece un reflejo de los cambios que experimento el autor durante la escritura.

Gracias por tu comentario y siento haberme vuelto a extender tanto.
Espero, por vuestro bien, no escribir más reseñas como esta :P
Un abrazo

*Como ves, ahora, comprendo las fascinación por Jack, el destripador.
**Amigos míos, fueron al prestreno de Garci y salieron horrorizados.

@Tharl hace 11 años

Ese era yo =)

@FAUSTO hace 11 años

Pues otro del tema que discrepamos diametralmente. Primero fueron las obras de Sherlock y luego la literatura fantástica. Menos mal que hay varias lecturas que tenemos una gran afinidad, jeje.

Volviendo otra vez al apéndice, me resulta difícil que sin él se pueda comprender perfectamente, tal como lo ha ideado Moore. Eso sí, la lectura sería más fluida y se comprendería bastante, pero no la totalidad. Sobre el capítulo, entiendo lo que comentas y lo que quiere expresar el autor, no obstante me hubiera gustado unas ilustraciones conforme a las explicaciones del doctor. Especulo que el resultado hubiera sido mejor y más ameno. Por supuesto, esto es una conjetura y un deseo personal, es imposible saber si sería posible y, además, si estas viñetas serían tan sugestivas como pienso.

Los defectos que comentas, francamente se me han pasado por alto, también debo decir que la relación con el personaje me he ido despreocupando gradualmente. Me han interesado más las vicisitudes del inspector con sus dilemas amorosos, relaciones profesionales, de trabajo y morales; asimismo todo lo relacionado los suburbios de Londres y las condiciones de vida de las prostitutas.

Y no consigo recordar las últimas viñetas que aludes, a ver si consigo verlas.
Venga, otro saludo.

@Tharl hace 11 años

Comprendo tu punto de vista Fausto, aunque recuerda que pocas obras -o ninguna- se llegan a entender en su totalidad, y no es necesario. Si así fuera, los licenciados en literatura se quedarían sin trabajo, je je.
Y hablando humanistas sin trabajo, cometí un error en mi anterior comentario, donde dije "ministro de economía" quería referirme a Wert (Educación, cultura y deportes [WTF!])

En mi caso, al contrario que el tuyo, mi atención se disparaba cuando aparecía Gull, lo que no quita que me gustase enormemente también las vicisitudes que comentas.

Hala! Otro tema en que somos opuestos (o complementarios, en este caso). Recuerdo bien nuestra discrepancia sobre Sherlock, no tanto la que comentas de fantasía.
Lastima que seamos afines en otras tantas lecturas, sino nosotros también podríamos hacernos recomendaciones invertidas, ja ja.

Un abrazo

@FAUSTO hace 11 años

Por totalidad me refería a lo que explica Alan Moore en sus escritos, lógicamente hay escenas que necesitan ser interpretadas exclusivamente por el lector, y sin el apéndice se perderían o sería difícil llegar a las ideas que expone.

En esta ocasión, como comentas, somos más bien complementarios, pues coincidiendo en varios conceptos tenemos unas visiones diferentes; mientras que con las obras de Sherlock no sucedía, teníamos percepciones y juicios radicalmente contrarios. El tema de la literatura fantástica, salió a partir de los comentarios sobre el detective, y descubrimos que también teníamos opiniones distintas.

Hasta el siguiente debate, con o sin coincidencia en criterios y valoraciones.
Otro abrazo.

@Faulkneriano hace 11 años

Ahora que acabo de terminar el tomazo, con notas incluidas, estoy en disposición de valorar mejor tu reseña, Tharl, y de felicitarte calurosamente. Pocos peros le pongo a una obra tan rotunda, salvo los derivados de su propia y desmedida ambición.

@Tharl hace 11 años

Me alegro de que te haya gustado. FROM HELL es, hasta la fecha, el mejor cómic que he leído nunca.

@Poverello hace 11 años

Después de meses de búsquedas estériles (en la biblioteca estaba registrado pero no había forma de encontrarlo físicamente) por fin lo hallé hace como una semana. Como estoy con Stendhal y este tochaco de Moore me tira para atrás nada más ojearlo empecé con Caniff, que es más suave.
Supongo que será mi próximo cómic de lectura, pues me sigue llamando poderosamente la atención. A ver si soy más tuyo y de Faulk o de Fausto.

@Poverello hace 11 años

Pues terminado está, y fifty-fifty, digamos.

No voy a añadir nada a los comentarios tanto de Fausto como de Tharl, especialmente que han sido los más 'generosos' al mostrar sus respectivos puntos de vista; y el caso es que estoy de acuerdo con ambos, a lo que daré sólo unos breves apuntes.

Me parece una obra magna, sin duda, por todo lo que explica con precisión Tharl, de una documentación y una pulcritud exquisita. Pero es tan exquisita que por momentos, y como bien dice Fausto y apunta ligeramente Faulkneriano, es víctima de sus excesos. Directamente y de manera esencial el capítulo 4 del que habla Fausto me parece absolutamente insufrible para un cómic; es autocomplaciente y hasta egotista (lo hubiera quemado de ser posible). Parecida impresión me producen el del asesinato de Marie Kelly con las idas de olla de Gull y el último anterior al epílogo, también tan metafísico y divagador que por un momento recordé al peor Malick. Aparte de ese comentario acertadísimo de Fausto de que debo estar haciéndome mayor, porque la letra y estilo de grafía me ha costado la misma vida leerla.

Respecto al dibujo soy de la opinión de que a Moore le gusta rodearse de colaboradores que no puedan hacerle sombra. Ciertamente el estilo peculiar y oscuro de Campbell le viene a la historia como anillo al dedo, pero es muy básico en la mayoría de escenas de secuenciación, tan características en Moore. El caso es que te acostumbras a él y no desentona.

Y bueno, dejo el resto, que es magnífico (por algo le he puesto un 8) e imprescindible para los amantes de la novela gráfica seria. Quitando los excesos de los que he hablado con anterioridad no era capaz de despegar los ojos del cómic (y de las notas, a las que he echado mano de manera bastante recurrente).

No puedo finalizar sin nombrar la miniserie de la CBS de 1988, protagonizada por Michael Caine y dirigida por David Wickes, y que acoge idéntica teoría sobre la identidad de Jack el Destripador y su relación con la casa real, aun con diferentes argumentaciones y fundamentos. Muy interesante que es.

Saludines a todos.

@FAUSTO hace 11 años

Poverello, como diría Aristóteles, tu juicio participa de la virtud, ya que tu opinión es el término medio y entre los dos extremos está la verdad. Lógicamente es una afirmación falsa, ya que el parecer de Tharl y Faulkneriano por un lado y el mío por el otro no se pueden considerar extremos, sino diferentes grados de “entusiasmo” sobre la excelencia de la obra; y, lo más importante, ninguna opinión es “virtuosa” o verdadera cuando se trata de literatura (en este caso comic, aunque va más allá de ese concepto), todas son validas siempre cuando estén bien razonadas.
Con este rollete quiero expresar que, para mí, es uno de esos casos que puedo comprender perfectamente cualquier crítica, desde la más elogiosa, siendo esta reseña es un buen ejemplo, hasta la más adversa, aunque en ambos casos no comparta algunos o muchos de sus puntos de vista. A veces, cuando se habla de un libro, una película o cualquier clase de creación, es muy manido el tópico “no deja indiferente a nadie” (que tire la primera piedra quien esté libre de su uso), pues “From hell” es el paradigma de esa expresión. Dentro de mi corta experiencia en la denominada novela gráfica es la más original que me topado, incluido “Maus” que me sorprendió tanto, y con gran diferencia. Entre todos hemos dado buena cuenta de su singularidad, si bien algunas peculiaridades con diferentes perspectivas. Mi “ordinario” 6 de valoración no responde a conceptos mediocridad, sino a mi percepción entre fluctuaciones de elementos sublimes con aspectos más pomposos y desorbitados. Afortunadamente la balanza se inclina un poco más por lo primero. Personalmente fue una lectura agridulce.

Veo que has agregado la ficha “From hell companion” y… bueno, dadas las características de este volumen esperaré comentarios de los admiradores del cómic por si existe alguna remota posibilidad de una probable lectura.
Por último, agradecerte la mención de esa miniserie, para mí era completamente desconocida y espero no tardar mucho en echar un vistazo.

@Poverello hace 11 años

Amén a todo lo que comentas sobre las opiniones, Fausto.

Estoy en la disyuntiva de meterle mano o no a Companion, aunque ahora mismo ando más en el no a pesar de que comentan que lo mejor es leerlo teniendo aún fresco From Hell. Claro, que tampoco creo que se me olvide en breve.

@Tharl hace 11 años

Coincido yo también sobre lo que comentáis de las opiniones divididas de este comic. Es tan ambicioso que a ratos puede parecer engreído, pero creo que es importante para el género recoger propuestas tan ambiciosos. Sobre todo cuando, a pesar de todos los peros de que aquí hemos hablado y que comparto en mayor o menor medida, el resultado es tan satisfactorio.

No conocía COMPANION, asique gracias por el descubrimiento. Ya está en mi whishlist.
La película la vi ayer. Un deleznable insulto al cómic y una mala película.