ENAMORARSE EN B/N por salakov

Portada de BLANKETS

«No soy un fulano con la lágrima fácil», que reza una canción de Sabina. Y es cierto, no lo soy. No es por alardear aquí de tío duro o machito pero rara vez un libro o una película me toca esa fibra que consiga encogerme el corazón. Así, mientras la gran masa lacrimea fácilmente con Titanics, libros de Paulo Coelho y demás, a su lado yo soporto impertérrito la sensiblería en mi butaca o sillón de turno, las más de las veces con una estoica indiferencia.

Es por ello motivo de alegría cuando, de vez en cuando, con cuentagotas, topo con una obra que me toca el corazón y me agita el lagrimal. Sucede en pocas ocasiones, un par de veces al año, tres a lo más (y consumo suficiente lectura y cine como para tener mayor suerte, pienso), pero qué delicia esos momentos contados. Como ir al cine y quedarte pegado con «Mi vida sin mí» de Isabel Coixet, «Los lunes al sol» de León de Aranoa o «Babel» de González Iñarritu. Como leer por primera vez «La tregua» de Mario Benedetti, «Pregúntale al polvo» de John Fante, «A este lado de la luz» de Colum McCann, «Paul va a trabajar este verano» de Michel Rabagliati o «Persépolis» de Marjane Satrapi.

Como descubrir la obra que en esta crítica voy a destacar: «Blankets» de Craig Thompson…

Y es que, al igual que todas las historias que en este escrito he destacado de forma somera (y son unas reseñas más que interesantes, haríais bien en tomar nota), es este «Blankets» de Craig Thompson una de esas historias mínimas pero inmensas, cercanas y sinceras, que sientes como tuya. Sin grandes ostentaciones estilísticas ni trabajadas retóricas del autor para que veamos cuán listo es y cuántas palabras conoce. No, únicamente vocabulario llano y textos naturales para contarnos sus propias vivencias de infancia y adolescencia, sin escatimar vergüenzas ni ahorrar miserias. Escritura autobiográfica para exorcizar los demonios de cualquier tiempo pasado que NO fue mejor. Literatura personal de la buena.

De esta manera, lo que Craig Thompson hace con esta obra no es sino acercarnos sus cuitas más profundas, desde esa relación amor-envidia con su hermano pequeño, pasando por su estricta educación cristiana y los jamacucos mentales que la misma le produjo, su inadaptación en el colegio o la historia de su primer amor adolescente, una bellísima e intensa historia de amor plasmada con un realismo y sensibilidad como pocas o ningunas veces habréis leído.

Por ello, leer «Blankets» no es que enamore, no, es que supone enamorarse de nuevo. Cándida y platónicamente, como un adolescente. Leer «Blankets» te colma el corazón y te devuelve a tus propios recuerdos, a tu propio primer amor, viendo plasmadas en sus páginas esa misma timidez que un día tú sentiste, esas mismas mariposas en el estómago, esa misma dicha plena. Gran culpa de ello lo tiene lo idealizado que está el elemento enamorante de la novela, una deliciosa chiquilla llamada Raina, pero qué gozada recordar y volver a sentir esa inocencia del primer amor a través de sus ojos. Qué gozada incluso evocar de nuevo esa gran tristeza por el primer desengaño. Mejor eso que no haberlo sentido nunca, ¿no?

Como en un gran collage en blanco y negro, con su DIBUJO de trazo limpio, acompañando las palabras melancólicas que Craig Thompson ha elegido para cada ocasión, todas estas evocaciones, todo este batiburrillo de sentimientos, toda esta melancolía acumulada, vuelvo a repetir que se materializa en esta obra a la perfección. Y sí, he dicho dibujo y lo he destacado con mayúsculas, ya que tal vez había soslayado hasta ahora el hecho de que «Blankets» es una “novela gráfica”. Si lo preferís, un comic, un tebeo, una expresión artística del noveno arte, elegid vosotros el término que os guste más, aunque en este caso considero que “novela gráfica” es una definición más que correcta. Yo, que personalmente aún no sé distinguir entre literatura, narrativa o comic, la única diferenciación que de momento hago en mis recomendaciones es cualitativa, esto es, si la lectura me produce un placer inmenso haciéndome ir más allá de sus páginas, logro que «Blankets» alcanza holgadamente.

Así entendida, la lectura de «Blankets» se convierte en un acercamiento íntimo hacia una persona que no conoces, el autor, que a su vez te hace revisar tus propias experiencias, tus propios jamacucos, tu Raina personal. Y es que como en la omnipresente -y mágica- nieve de «Blankets», la pulcra superficie blanca esconde bajo de sí secretos que nos reservamos para nosotros mismos y nadie más. Porque compartir unas vivencias que no son las tuyas, encontrando similitudes para lo bueno y para lo malo, consigue espolear esos rescoldos olvidados de nuestra propia infancia y adolescencia, etapas de las que sólo acostumbramos a recordar las partes más positivas, obviando los capítulos más desagradables y vergonzantes. Buen ejercicio introspectivo, pues, el que propone indirectamente «Blankets».

Por todo lo dicho, por unos ratos de buena lectura, por retroceder durante unos instantes hacia días olvidados y enjugarnos los ojos de nostalgia, por rememorar tan vívidamente lo que es un primer amor, por la empatía que alcanzas para con el autor o también, por qué no, por acercarnos sin miedo a ese mundo que son los comics a descubrir la inmensa calidad y madurez que atesoran muchas de sus obras, valga esta vehemente recomendación que hago de esta obra.

En definitiva, y en palabras del autor, por resucitar esa «satisfacción que produce dejar una marca en una superficie en blanco, dibujar un mapa de mis movimientos, sin importar que sea para siempre…»

«Blankets», de Craig Thompson. Poesía gráfica. Una joya a descubrir…

Escrita hace 12 años · 4.8 puntos con 6 votos · @salakov le ha puesto un 10 ·

Comentarios

@BriGid hace 12 años

Magnífica reseña salakov, en serio. Hace nada vi esta novela en una de mis muchas visitas a una tienda de comics que suelo frecuentar aqui en mi tierra, leí y releí cientos de veces el argumento y decir no se si me decía demasiado pues no hubo manera de decidirme en adquirir esta joya, como tú bien dices, ahora viendo tu reseña ójala la hubiese leído antes de encontrar el comic en la tienda jajaja
En resumen, que has puesto esta novela gráfica con tu reseña a "Blankets" en mi lista de pendientes : )

@salakov hace 12 años

Te gustará, seguro. Craig Thompson es uno de los grandes, y esta puede ser su mejor obra (aunque "Habibi" también es una preciosidad).
Saludos.

@BriGid hace 12 años

De "Habibi" oí hablar pero aún no la encontré.

@_567_ hace 10 años

Novela gráfica me parece una etiqueta adecuada para dejarse envolver por esta preciosa manta, dejarse abrigar por esta OBRA MAESTRA: Gráfica porque su dibujo es muy superior a la media y Novela porque la ‘sencillez’ de su lenguaje narrativo me ha parecido sencillamente descomunal…
Aporto aquí mi copo poético, justicia divina lo llaman, en forma de máxima puntuación para cómic y reseña… y, con tu permiso, le voy a pasar la bola de nieve a Poverello porque creo que le va a entusiasmar tanto como a nosotros, claro que con la condición de que él recoja el testigo y lo lance hacia quién considere oportuno… una manera de difusión como cualquier otra.

Salut!

@salakov hace 10 años

Menos mal que no soy el único que se emocionó con esta maravilla (he leído cienes de cómics, y sin duda "Blankets" estaría entre mis 5 favoritos de siempre). Para mí también es un 10, rotundo.

@Poverello hace 10 años

Pues recojo el guante. El resultado ya no sé si será el esperado, porque las expectativas son altas a pesar de que precisamente he obviado esta obra en repetidas ocasiones cuando he ido a la biblioteca por motivos de gustos.

Ya se lo lanzaré a otra persona si gano el duelo.

@Faulkneriano hace 10 años

Pues yo debo ser muy coriáceo uséase muy correoso porque me hizo poca impresión.

Y eso que la reseña de Salakov es de lo más convincente.

@salakov hace 10 años

Pues para los que se emocionaron con esta obra maestra de amor adolescente —y para los que no, a ver si su corazón de grafito y hielo se reblandece—, recomendaros también el poco conocido cómic "Paul va a trabajar este verano" de Michel Rabagliati, el primero que me leí de la serie de Paul y sin duda el que más me impactó (aunque "Paul va de pesca" también me impresionó, pero otra manera). Otra preciosa historia de amor narrada de forma genial. Obligatorio.

@Tharl hace 9 años

Me ha producido sentimientos encontrados mi lectura de Blankets.
Es interesante la educación y maduración de Craig. La confluencia de una infancia víctima de abusos, con la educación de unos padres manipuladores que le castigan a través de su hermano, la manipulación religiosa a través de la escuela de la parroquia y campamentos, etc. Y el resultado de ello: un chaval obsesionado con la pureza -misma obsesión que en Habibi lleva a la castración-, con un inmenso sentimiento de culpa hacia su hermano e incapaz de relacionarse. Un chaval incapaz de afrontar su presente ni su pasado -la única forma de hacerlo es destruyéndolo entre llamas-, para el que todo (y todos) es amenazador y cuyo único consuelo es esa Biblia que más tarde tendrá que abandonar en el hogar para poder madurar.
Es bonito e interesante también el encuentro amoroso de ese producto religioso que es Craig con Raina. Y es magnífico el final, ese capítulo VIII, por su honestidad desgarrada y sin afectaciones. Las dos páginas en que una brocha borra el dibujo de Craig en la pared de Raina no se van a olvidar fácilmente.
Sin embargo el tono del relato es tan ajeno a mí sensibilidad y es tan… ¿tendré que decir cursi? no sé si cristiano sería la palabra, ¿inocente mejor? En cualquier caso, por honesto que pueda ser, a un lector como yo le resulta por momentos anacrónico y exótico. También es verdad que el tópico de “la primera vez” y el “primer amor” me parece bastante gastado. Y, por cierto, de interés mucho menor que el segundo. Sé que son mucho más “inmensos” los orígenes y los finales, pero a mí más que los grandes relatos y los grandes acontecimientos, me interesa lo pequeño, lo rutinario y lo que conforma el día a día de personas anónimas en momentos cotidianos.

Lo que nadie le quita a Craig es su habilidad al pincel. Me gustan más otros estilos de dibujo, pero nadie puede negar que, en el suyo, Craig es un genio. Tiene una gama inmensa de recursos expresivos para cada viñeta, para la composición de la página y para dar coherencia al relato. Tengo que reconocer la amplia red de significados que articula Craig a raíz del título “Blankets”: la nieve, la blancura, la sábana que da calor, separa o junta los cuerpos bajo ella, produce conflictos entre quienes la comparten, etc., la pureza, el calor de las relaciones humanas, el velo que cubre la realidad, la caverna de Platón, la página en blanco, la fe religiosa, etc.

Blankets no es literatura, ni falta que le hace. Los recursos expresivos son totalmente otros. Funciona de otra manera, se lee de modo distinto y ofrece posibilidades y limitaciones diferentes. Tal vez esta sea la causa de mis sentimientos encontrados, muy parecidos a los que me produce el cine de animación. Cuando leo literatura me encuentro inmerso en el texto, y sus criaturas son tan reales como yo mismo; cuando veo una película me encuentro ante rostros humanos; cuando leo Blankets, al fin y al cabo, lo que tengo delante no son más que dibujitos.

PD: Leyendo Blankets yo también he pensado en Paul. Me apunto "Paul va a trabajar este verano".

@Poverello hace 8 años

Pues yo me apunto al lado de la gente que se emocionó con Blankets. No es perfecta, no, pero igual me da; pocas veces he leído una historia tan hermosa y tan tierna, adjetivo que para otros puede ser naïf, claro.