AMOR PERFECTO EN IMPERFECTAS MANOS por Poverello

Portada de CUMBRES BORRASCOSAS

He de reconocer mi pereza a la hora de leer novelas después de haber visto la obra en el cine, y más aún cuando la película en cuestión -como sería el caso que nos ocupa- se realiza por un tal William Wyler y me parece brutal. Pues nada, hijo, en toda la boca.
Me he quedado sin palabras, pero de verdad, que he tenido que esperar un rato para ver por dónde le metía mano a esto.
Cumbres borrascosas es el paradigma de que una prosa sencilla, hasta rozando lo más básico, es la mejor aliada de la humana emoción, de lo que tod@s sabemos que pasa y hemos experimentado, pero de manera habitual nos sentimos incapaces de encontrar palabras con las que describirlo: porque el perfecto Amor, en las endebluchas manos del ser humano, se convierte con extremada laxitud en un instrumento de destrucción, para uno mismo y, consecuentemente, para los demás.
"No -dijo él-, porque cuanto más me conozcas más te avergonzarás de mí", se dice cual letanía temerosa; somos lo que deseamos -pienso- y no estamos predestinados, condenados por un Dios cruel a ser esclavos de nuestros defectos y nuestras pasiones si, en el momento preciso, somos conscientes de nuestra capacidad de elegir.
Recuerdo a Don Jacinto Benavente, en una verdad lúgubre y concisa, presente en cada uno de los personajes de esta aplastante historia: "El amor es como Don Quijote, cuando recupera la cordura es que está a punto de morir".

Escrita hace 12 años · 3.9 puntos con 7 votos · @Poverello le ha puesto un 9 ·

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