CADA VEZ MÁS SINIESTRO por EKELEDUDU

Portada de HARRY POTTER Y EL CÁLIZ DE FUEGO
El autor de esta reseña ha idicado que contiene spoiler, mostrar contenido.

HARRY POTTER Y EL CÁLIZ DE FUEGO viene con cambios ya desde su mismo inicio. Mientras los tres anteriores principiaban en casa de los Dursley, el primer capítulo de esta cuarta entrega se abre con un tétrico episodio protagonizado por Lord Voldemort, Colagusano y un tercer personaje no identificado, más un muggle curioso que pagará su imprudencia con su vida. No será ésta la última muerte a la que asistamos a lo largo del libro, y he ahí otro cambio respecto a sus predecesores, en los que se nos hablaba de viejos crímenes de Voldemort, pero no se consumaban nuevos homicidios. Esa novedad, y el hecho de que una empleada del Ministerio de Magia no haya vuelto de sus vacaciones en Albania -donde, según sabemos por HARRY POTTER Y LA CÁMARA SECRETA, Voldemort se hallaba oculto dos años antes y quizás también ahora- inspiran inquietud: es evidente que El Innombrable se dispone a retornar al poder. El propio Harry siente lo mismo: ha sido testigo, en sueños, de los sucesos detallados en el capítulo inicial, y sospecha que no ha sido una simple pesadilla.

Pero hay más. Se está disputando la Copa Mundial de Quidditch, y los Weasley asisten junto a Harry a la final, dirimida entre Rumania e Irlanda. Hará bien el lector no perdiendo detalle de los preliminares del evento: asiste mucha gente, entre ellos algunos personajes conocidos y otros que aparecerán en la saga más tarde, y aparentemente se conversan banalidades, pero conociendo a Rowling -quien no da puntada sin hilo- conviene dudar de que lo sean. Sin embargo, lo que importa ahora es que al término del partido se produce un episodio violento protagonizado por magos enmascarados , probablemente Mortífagos (partidarios de Lord Voldemort), y que incrementa la inquietud, máxime cuando aparece visible en el cielo nocturno la figura luminosa de una gran calavera verde con una serpiente colgándole de la boca a modo de lengua: la Marca Tenebrosa, símbolo del Señor de las Tinieblas que, en los años de poder de éste, solía verse encima de las viviendas de quienes osaban oponérsele y era indicio inequívoco de había acabado con quienes moraban allí.

Y la atmósfera perturbadora continúa en el mismísimo Hogward. Una vez más, la asignatura Defensa Contra las Artes Oscuras ha cambiado de titular: ahora la imparte un ex Auror (es decir, un cazador de magos tenebrosos ya retirado) llamado Alastor Moody y apodado Ojoloco. En su primera clase, éste enseña a los alumnos los llamados Maleficios Imperdonables, prohibidos por el Ministerio; el más aterrador, el Avada Kedavra, sirve para matar, y no hay defensa posible contra él-

Ahora bien, otro evento deportivo está por celebrarse en Hogwarts: el Torneo de los Tres Magos. Para participar del mismo llegan delegaciones de otros dos colegios de magia: el francés Beauxbatons, dirigido por Madame Maxime -una semigiganta que atraerá a Hagrid-, y el nordeuropeo Durmstrang, dirigido por Igor Karkaroff.. De cada una de esas instituciones invitadas y de la que oficia de anfitriona, el Cáliz de Fuego del título elegirá un campeón para representarla en el torneo de marras, que consiste en una serie de pruebas no exentas de riesgo y que exigirán mucho del candidato elegido. El problema es que, llegado el momento, el Cáliz no elige tres, sino cuatro campeones: Harry, quien por su edad ni siquiera tendría permitido participar, es el cuarto. La insólita situación, protestada por Madame Maxime y Karkaroff, es zanjada por un empleado del Ministerio experto en el reglamento del Torneo, Barty Crouch, quien juzga que los cuatro están obligados a participar. La cosa no hace la menor gracia a Harry, quien sospecha que se lo ha incluido en el Torneo para asesinarlo disimuladamente. Tal sospecha adquiere mayor fundamento cuando el joven se entera de que, entre quienes lo rodean ahora en el colegio, al menos dos de ellos fueron Mortífagos.

Y por si eso fuera poco, deberá soportar el asedio de una reportera sensacionalista de "El Profeta", Rita Skeeter, y a Ron, que se pelea con él por celos.

El cóctel de la cuarta entrega de Harry Potter se complemeta, como es de rigor, con mucha humanidad, humor y sorpresas a granel. Harry sigue atraído por Cho Chang, la buscadora de Ravenclaw, pero le sale un rival en Cedric Diggory, buscador y capitán de Hufflepuff, por lo que hay también una pizca de romance adolescente. Sin embargo, por encima de todo ello predomina el sabor a miedo latente y tensión en aumento. Todo eso, debidamente acrisolado merced al talento de su autora, que ganó un Premio Hugo en 2001 precisamente por esta novela. Como muestra de dicho talento, reflexiónese sobre el inteligente manejo que hace Rowling de los campeonatos colegiales de quidditch; para no hartar a sus lectores, haciendo que parezca aburrido y reiterativo: hizo que se cancelara en LA CÁMARA SECRETA y vuelve a hacerlo ahora. Y en el siguiente libro... Bueno, descúbralo usted mismo.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

Comentarios