INMORTAL, ÚNICA Y GLORIOSA por EKELEDUDU

Portada de DRÁCULA

El joven procurador Jonathan Harker viaja por Transilvania para finiquitar una compra de tierras en Inglaterra por parte de un noble rumano, el conde Drácula. Llegado a Bistritz, una anciana, al enterarse del destino al que él se dirige, cae presa del terror, e insiste en colgarle un rosario alrededor del cuello a modo de misteriosa y sobrenatural protección contra fuerzas malignas sobre las que no se explaya. Este será el primero de muchos y muy lúgubres enigmas.

En el Desfiladero de Borgo, Harker aborda otro carruaje que lo lleva directamente al castillo de Drácula. Este, hombre de impecable cortesía, resulta extraño a Jonathan, quien nunca lo ve comer ni beber, y que ha tenido ocasión de admirar la prodigiosa fuerza de su anfitrión, fuerza prodigiosa que también poseía el cochero que lo trajo al castillo.... Por otra parte, de a poco da la impresión de que Drácula es el único habitante permanente allí. Pero lo apenas inquietante va cediendo progresivamente paso al horror: Harker verá a Drácula muy poco, pero cada vez más a menudo en situaciones aberrantes; por ejemplo, deslizándose reptando cual lagarto cabeza abajo por los muros del castillo, o durmiendo en ataúd, en apariencia muerto. Y hasta cuando no lo ve empieza a ser temible el conde para Jonathan, especialmente si donde no lo ve es reflejado en un espejo.

Harker comprueba que en la práctica es un prisionero del conde. Sabe demasiado acerca de éste, y Drácula sabe que él sabe, y Jonathan, a su vez, sabe que Drácula sabe que él sabe demasiado. Bajo la superficial amabilidad del conde subyace un peligro y un horror inimaginables, que se concretan cuando, con la excusa de que el servicio postal de la región es deficiente y sus seres queridos podrían preocuparse al no tener noticias suyas, hace que Jonathan escriba tres cartas con fechas diferidas, una refiriendo su inminente partida del castillo, otra diciendo que ya ha partido y la tercera comentando que se encuentra ya a cierta distancia de los dominios de Drácula. Jonathan sabe que éste lo asesinará cuando ya no necesite de sus servicios, y comprende que esas cartas serán la cohartada perfecta para el conde. Intuyendo que la fecha de la última carta marca lo que le queda de vida, Jonathan planeará una temeraria huida descolgándose por los muros del castillo.

Antes de enterarnos de si tal huida ha sido exitosa, la acción de traslada a Inglaterra. Lucy Westenra, la mejor amiga de Mina Murray, prometida de Jonathan, enferma de una misteriosa enfermedad que se inicia con inexplicables ataques de sonambulismo y se prolonga bajo la forma de una alarmante anemia y unas misteriosas marcas en el cuello, semejantes a la mordedura de un animal. Desconcertado ante este cuadro clínico, su frustrado pretendiente y médico de cabecera, el doctor John Seward, , recurre a la ayuda de su viejo profesor, el holandés Abraham Van Helsing. Pero dicha ayuda no será suficiente para salvarla. En la última etapa de su agonía, Lucy, estando viva, parecerá muerta de tan pálida y demacrada; y extrañamente, una vez muerta parecerá viva y llena de sangre. Parecen haber terminado los sufrimientos de la joven, pero quedará claro que no es así luego de una horripilante visita nocturna a su tumba, encabezada por Van Helsing y com pletada con Seward, Quincey Morris -otro pretendiente inexitoso- y Arthur Holmwood, prometido de la difunta.

DRÁCULA debe gran parte de su admirable y terrorífico realismo al formato en que fue escrito, ya que el relato se sigue a través de los diarios personales de algunos de sus personajes, más recortes periodísticos, cartas, telegramas y documentos varios. Como dijimos al comentar VLAD III DRÁCULA, de Matei Cazaku -por otra parte, no es un dato novedoso- Stoker tomó de un príncipe valaco el nombre del siniestro vampiro de su novela, mientras que LAND BEYOND FOREST, de Emily Gerard, fue su principal fuente de información acerca de Transilvania. Por otra parte, en su citada obra, Cazaku teoriza que el argumento de DRÁCULA es un plagio de EL CAPITÁN VAMPIRO, de Marie Nizet; sin embargo, habiendo leído ambas obras, no parece una acusación válida. DRÁCULA exhibe muchos aciertos de los que carece EL CAPITÁN VAMPIRO el incidente con la anciana de Bistritz a modo de tenebroso prólogo, las espantosas sorpresas con las que se topa Harker en el castillo de Drácula, el horror opresivo de Jonathan al comprender que allí es un prisionero, su compás de espera al enterarse del tiempo que le queda de vida, los lúgubres detalles de la agonía de Lucy y, clímax supremo del terror, la aventura nocturna en el cementerio, de la que sería un pecado mortal adelantar algo aquí. Luego de este último incidente, la novela adquiere cierto ritmo épico, heroico, con Van Helsing y sus aliados erguidos ante Drácula como valientes caballeros dispuestos a combatir el mal y proteger a la desvalida doncella de turno, que será Mina.

Dicho todo esto, admitamos que DRÁCULA adolece de ciertas incoherencias, alguna de las cuales fue tomada en solfa por Lestat, el célebre personaje de Anne Rice, en LESTAT, EL VAMPIRO... Y el final de la novela, precipitado, desencanta un poco... Todo lo cual, sin embargo, se advierte recién tras la vigésima leída, cuando uno ya no tiembla tanto, a menos que ya se esté curtido por Lovecraft y afines.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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