Sinopsis
Tomarse las cosas con filosofía es para los napolitanos una tradición, además de una necesidad. En Nápoles la filosofía está en todas partes, como en las ciudades de la antigua Grecia, en las que se filosofaba paseando. Nada tiene, pues, de extraño que Luciano de Crescenzo, conciudadano de Giambattista Vico y de Benedetto Croce, haya emprendido la redacción de una "Historia de la filosofía griega", cuyo primer volumen se dedica a los presocráticos. n estas páginas, Tales y Anaximandro, Parménides y Demócrito, Zenón y Leucipo, e includo el aristocrático Pitágoras y Heráclito el oscuro, vuelven a hablar en las callejuelas y mercados de sus ciudades mediterraneas, entre la multitud curiosa de una eterna Parténope; aquí se mezcla la especulación con el hecho anecdótico y la risa con los discursos en torno al mundo y la vida. Fruto gratísimo de una civilización greco-partenopea a la que pertenecieron los sabios de la más remota antigüedad mediterránea y pertenecen hoy los filósofos espontáneos de la Nápoles actual, la Historia de Crescenzo se dirige tanto a los adultos que no saben nada de filosofía y la creen abstrusa como a los estudiantes intimidados por el lenguaje de los libros de texto. Tras el título severo de esta obra hay un saber risueño, capaz a un tiempo de no defraudar las expectativas lúdicas del lector y de satisfacer a quien se acerque a este libro movido por el deseo de aprender.
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